El labio hendido es un defecto de nacimiento causado porque los tejidos de la boca, es decir, los músculos, los labios, las encías y la cubierta interna de ésta, no se han unido de la manera correcta durante el embarazo, concretamente entre la semana número seis y la número ocho del desarrollo de la gestación fetal.
La cabeza del bebé comienza a tomar su forma durante estas semanas del embarazo, que es cuando normalmente se fusionan los tejidos y los huesos en el maxilar superior, la boca y la nariz para que se forme el paladar y el labio superior.
El labio hendido, conocido clínicamente como queiloschisis es una malformación congénita que viene provocada por un desarrollo anormal facial antes del nacimiento.
Labio hendido
Consiste en la falta de unión de las dos mitades del labio, incluyendo con frecuencia esta separación, los huesos del maxilar superior así como la encía. El niño que nace con esta separación en su labio superior se dice que tiene el labio leporino o labio hendido.
Esta apertura puede ser bilateral o unilateral. Encontrándose con frecuencia el labio izquierdo dos veces más grande que el del lado derecho. Éste es uno de los defectos de nacimiento más común y las estadísticas calculan que llega a afectar hasta a uno de cada setecientos cincuenta niños reción nacidos. Es mucho más frecuente padecer este tipo de problemas en el sexo masculino que el femenino.
Las causas del labio leporino
Aunque las causas no son totalmente conocidas, lo cierto es que cuando este trastorno no forma parte de algún otro síndrome, pueden ser multifactoriales, ocurriendo como resultado de una interacción de diversos factores durante los primeros tres meses de embarazo como por ejemplo los factores hereditarios.
Y es que este factor se encuentra presente hasta en un 25% de los casos como un factor dominante. Sucede especialmente en familias que cuenten con un historial de este problema en algún padre, en un pariene inmediato o en cualquier otro hijo tenido anteriormente.
También influyen los factores genéticos. Estos factores describen el labio leporino como una característica de varios síndromes, presentándose la mayoría de ellos con paladar hendido en un 3% de los casos.
Los factores ambientales, provocados por algunas enfermedades infecciosas que se hayan sufrido durante el primer trimestre de la gestación, como por ejemplo la rubéola, también influyen en este trastorno. Por otra parte, agentes físicos como las radiaciones, que pueden llegar a producir malformaciones dependiendo de su duración, intensidad y frecuencia de la mujer embarazada a dichas exposiciones, el tabaquismo, el contacto con algunas sustancias químias y el uso de medicamentos que no hayan sido prescritos por el doctor, también pueden ser los causantes de este problema.
Los factores nutricionales también pueden influir ya que una deficiencia de vitaminas pertenecientes al grupo B, pueden llegar a producir alteraciones en la formación de algunos órganos, apareciendo por ejemplo, malformaciones como en la división del paladar.
Otros factores como problemas en la irrigación de la sangre en la zona afectada, algún tipo de perturbación mecánica por la cual el tamaño de la lengua consigue impedir que se unan ambas partes o sustancias que circulen por el organismo como toxinas, alcohol o drogas, influyen también en la aparición de este problema.