La alimentación de los niños es un tema importante ya que en gran parte de ella depende el buen desarrollo y la salud de un niño influyendo desde una temprana edad y por ello los carbohidratos deberán formar parte de su alimentación pero de forma adecuada. Los alimentos que poseen un alto contenido de hidratos de carbono serán la principal fuente de energía y por lo tanto no pueden faltar dentro de una dieta equilibrada.
En el caso particular de los niños, es de suma importancia incluir productos que contengan hidratos de carbono en su dieta ya que es una excelente manera de nutrirlos y ayudarlos a transitar un crecimiento saludable. Existen sin embargo dos tipos de carbohidratos y es fundamental conocerlos para saber como utilizarlos de forma adecuada.
Así, encontraremos los llamados carbohidratos simples como la fructosa, glucosa y lactosa y los carbohidratos complejos que es posible hallarlos en las verduras con alto porcentaje de almidón, granos, panes, cereales y arroz.
Entre ambos existen diferencias sustanciales ya que mientras los simples se descomponen con facilidad y producen un aumento rápido de los niveles de azúcar en sangre los complejos tienen una lenta descomposición que permite que el azúcar en sangre aumente de forma progresiva y por lo tanto más lenta Por otra parte, los complejos se encuentran en alimentos que son muy nutritivos y por lo tanto recomendables para ser incluidos en la dieta de los niños.
Entre ellos no deben faltar los cereales panes y arroces integrales, frutas, verduras y lácteos que sean de bajo contenido graso. Una dieta equilibrada y sana para los niños deberá incluir aproximadamente un 50% de calorías que provengan de carbohidratos y que sean de fuentes saludables.
Si bien es cierto que se ha puesto de moda el disminuir los carbohidratos se debe tener en cuenta que no es correcto afirmar que los alimentos que contienen carbohidratos son perjudiciales para los niños ya sean de los complejos o los simples, teniendo en cuenta que existen alimentos más saludables que otros.
Existe una tendencia a comer alimentos refinados más allá de lo saludable y por lo general estos alimentos son refrescos azucarados, golosinas, bollería, etc. Los niños gustan de estos alimentos porque se han acostumbrado a consumirlos pero si los adultos limitan su ingestión no será perjudicial para ellos que cada tanto ingieran una golosina o beban un refresco.
Por otra parte, también los carbohidratos simples se encuentran en alimentos que son nutritivos, como las frutas, verduras y los productos lácteos, proporcionan una variedad de nutrientes que también son esenciales y que ayudarán a tener un crecimiento saludable, como las frutas frescas que si bien contienen carbohidratos simples también poseen vitaminas y fibras.
El secreto está entonces, en controlar el consumo de azúcares en los niños para que o hagan con moderación, como por ejemplo agregar un poco de azúcar a un alimento como los cereales que le aportan al organismo otros nutrientes importantes no perjudicará la salud del niño.
Acostumbrar al niño a comer frutas con el desayuno o como un refrigerio a la tarde que además le aportará fibra y vitaminas, evitando las gaseosas y bebidas azucaradas que bien pueden suplantarse por zumos de frutas.
Por último, es conveniente adaptar el gusto de los niños por aquellos alimentos saludables y con poco azúcar de esta forma para ellos será normal y gustarán de consumirlos, algo mucho más sencillo que cambiar sus hábitos alimenticios cuando ya tiene más edad.