El cáncer en los niños ha aumentado significativamente el nivel en todo el mundo y a pesar de que puede presentarse en pequeños de cualquier edad, es importante que los padres estén alertas ante cualquier anomalía durante el tratamiento o después de la recuperación. Es una triste realidad que sigue aumentando de nivel en todo el mundo y es muy doloroso ver que pequeñitos que aún ni aprenden a caminar, empiezan a vivir con una enfermedad tan difícil. Según los informes médicos, el cáncer en los niños, es la segunda razón de mortandad, pues la primera es la desnutrición.
En los niños, el cáncer puede distribuirse de una manera más rápida en su cuerpo, pues así como las células dañinas se extiende, el hecho de que los sistemas y tejidos lo han por el proceso de desarrollo y crecimiento, facilitará una rápida metástasis. Entonces, puede alojarse en sus huesos, la sangre o un tejido. Este tipo de células dañinas y malignas, empiezan a absorber lo que el bebé comúnmente usa de los alimentos, y es por eso, que su estado es más deteriorado que una persona adulta y puede notarse que baja de peso más rápido y que su piel es más blanca que otros pacientes que sufren de cáncer.
Sin importar la edad del pequeño, los tipos de cáncer más común en los niños son la leucemia y el cerebral. Cuando has superado los diez años de edad, pueden presentar un cáncer en los huesos. Como los niños son tan pequeños, sus cuerpos aun no están adecuados a los tratamientos comunes y aunque en ocasiones los someten, las intensidades y procedimientos, suelen ser diferentes. En el caso de los niños, el cáncer no se genera por fumar en exceso o por estar en contacto con agentes contaminantes, a veces, puede ser por condiciones genéticas, como en el caso de los niños con síndrome de Down, que por sus condiciones de nacimiento y desarrollo, pueden tener más posibilidades de desarrollar la enfermedad. En el caso de los pequeños normales, puede que se presente por la alteración en la formación de células y que no tenga relación con factores hereditarios.
Desafortunadamente y de acuerdo a opiniones de expertos, los pequeños que han sufrido de cáncer y se han expuesto a tratamientos de quimioterapia, tienen altos índices de volver a padecer de esta enfermedad cuando estén más grandes. Algunos de los síntomas a los que deben prestársele atención para descartar un cáncer o iniciar un tratamiento pediátrico y oncológico son, fiebre en exceso, infecciones muy frecuentes ante las fallas del sistema inmunológico, presencia de moretones sin razón aparente o anemia. Es importante empezar los tratamientos de inmediato, los cuales pueden ir desde quimioterapias hasta cirugías.