Durante los nueves meses que dura el embarazo, el cuerpo de toda mujer va sufriendo numerosas y diversas transformaciones para atender todas y cada una de las necesidades que va requiriendo el bebé que está creciendo en su interior, así como para prepararse para el momento del parto.
Primer trimestre del embarazo
Aunque durante este período la tripa aún no se encuentra apenas abultada, resulta fundamental ya que es la etapa en la que se van a ir formando los órganos vitales del futuro bebé.
A los seis días de la fecundación aproximadamente, el óvulo que ha sido fecundado llega hasta el útero para anidar en él y para que una parte de sus células den origen a la placenta y la otra parte el embrión, siendo a partir de este instante en el que el organismo de la madre comienza a cambiar.
Es muy común confundir los primeros síntomas del embarazo con el síndrome premenstrual ya que en este pequeño período se llega a sentir tirantez en los pechos, cansancio, un aumento de la secreción vaginal, una mayor sensibilidad olfativa o incluso u n sabor metálico en la boca, de igual manera que durante los días previos a la menstruación.
También durante este primer mes es cuando se suele realizar la primera prueba de embarazo al ser conscientes de la primera falta, aunque mujeres que ya han sido mamás seguramente no necesiten realizársela puesto que lo más probable es que reconozcan los síntomas a la primera.
Durante el segundo mes son muy frecuentes las alteraciones en el ánimo debido a la revolución hormonal que se produce en la mujer. El pecho ya ha crecido y suele molestar un poco, distinguiéndose en la zona de la areola unos pequeños nódulos que son conocidos como tubérculos de Montgomery. También es probable que aparezcan mareos y náuseas y que aumente la necesidad de orina y la producción de saliva.
Algunas mujeres embarazadas sienten bastante hambre en este periodo mientras que otras son incapaces de comer llegando incluso a perder algo de peso, sensaciones que irán remitiendo según el cuerpo se vaya adaptando a la gestación.
Ya en el tercer mes la tripita comienza a abultarse ligeramente siendo el momento de dar un pequeño repaso al armario e ir seleccionando la ropa que resulte más cómoda, ya que las prendas ajustadas no se aconsejan en este período puesto que dificultan la circulación de la sangre.
También disminuye la producción de una hormona conocida como gonadotropina coriónica que es la causante de los cambios de apetito y de las náuseas. Debido a los cambios hormonales es normal que las encías se inflamen y que sangren con cierta facilidad por lo que se recomienda una revisión odontológica.
Ya al final de este mes el futuro bebé dejará de llamarse embrión para comenzar a recibir el de feto, habiéndose formado sus órganos vitales, habiendo llegado el momento de tranquilizarse ya que ha pasado la etapa de mayor riesgo en la que se pueden sufrir malformaciones de tipo congénito.