El contacto habitual con la música tiene numerosos beneficios para el desarrollo intelectual y motriz en edades bien tempranas, pero aún así la educación musical sigue siendo una asignatura pendiente en la mayor parte de los casos. Y es que no se llega a comprender que la música ayuda en el desarrollo de la motivación, de las habilidades sociales, aumenta la memoria y ayuda a incrementar la coordinación, especialmente cuando se aprende desde pequeñitos. A continuación te mostramos algunos de los muchos beneficios que tiene aprender música.
Primero
Refuerza la concentración y la atención. La música logra estimular las áreas del cerebro que muy difícilmente pueden ejercitarse de otra forma. Las personas que han tenido formación musical, cuentan con unas capacidades de atención y de concentración superiores a la media, así como una voluntad mayor para seguir una disciplina cada día y ser más constantes.
Segundo
Aumenta la creatividad y la memoria. Estudiando música y/o un instrumento musical, se ponen fundamentalmente en juego varios aspectos: la memoria gestual o muscular, la memoria visual y la memoria auditiva, interactuando entre ellas en un proceso intelectual complejo. Este entrenamiento realizado de manera cotidiana ayuda a ampliar la memoria aplicada a otros aspectos de la vida como permitir fijar los recuerdos, ya sean antiguos o recientes. Además estudiar y escuchar música potencia la agilidad mental y la creatividad, facilitando la solución de los problemas de una manera imaginativa.
Tercero
Desarrollas las habilidades rítmicas y motoras. Una audición musical guiada estimula el desarrollo de las capacidades motoras de los más pequeños, que se incrementan cuando el niño empieza a tocar un instrumento. Con los ejercicios y la rutina de dicho instrumento, se desarrolla una capacidad de coordinación superior.
Cuarto
Incrementa la seguridad en sí mismo y la facilidad para socializar. La práctica de la música contribuye a la solución de problemas en los niños como la falta de autoestima, sobre todo durante la etapa de la adolescencia. Tanto la práctica como los progresos diarios y el compartir con otras personas la música, refuerzan la seguridad de quien la practica y le brinda la posibilidad de establecer nuevas relaciones y amistades.
Quinto
Son numerosos los profesionales de la medicina que prescriben escuchar música a todas aquellas personas que sufren de ansiedad y de estrés. Por otra parte, la música contribuye a generar endorfinas, que es como se conoce a la hormona de la felicidad. También mejora el desarrollo de la zona del cerebro que se implica en el placer, la motivación y la recompensa.
Como se puede comprobar el estudio de la música o de un instrumento musical trae numerosos beneficios a quien lo práctica, sobre todo si se comienza a aprender en edades tempranas, ya que ayudará a crear la personalidad del niño, haciendo de él una persona muy más segura en sí misma y más sociable cuando sea adulto.