La alimentación tiene un papel fundamental a la hora de mantener las arterias limpias y por tanto para tener un corazón sano y en buen estado. Para conseguirlo tan sólo será necesario tener en cuenta algunos consejos. 
Cómo conseguir un buen equilibrio
Una dieta baja en grasas y elaborada con ingredientes que protegen nuestras arterias como el aceite de oliva, la fibra o las verduras y frutas, conocida como dieta mediterránea. es algo que ya descubrieron hace muchos años nuestros antepasados. El secreto de esta alimentación es que con estos alimentos se consigue aportar menos grasa saturada a nuestro organismo, a la vez que proporciona unos niveles óptimos de ácidos omega 3 y de omega 6, de los que son portadores los pescados azules en su gran mayoría. Además se recomienda incluir mucha fibra y vitaminas de las que son portadoras la mayoría de las frutas y verduras de igual manera que de sustancias antioxidantes.
Incluir también una cucharada de aceite de oliva virgen, nos ayudará no a reducir el colesterol malo, pero sí a aumentar el bueno, por eso debe utilizarse al menos una al día en nuestros desayunos o en los aliños de nuestras comidas. Consumir una manzana a diario, también tiene efectos sorprendentes sobre el organismo ya que su fibra soluble y sus compuestos antioxidantes ayudan a disminuir de una manera considerable el colesterol malo y a aumentar el bueno. Consumir un puñado de frutos secos al día, contribuyen a reducir el colesterol de la sangre de igual manera.
Cómo regular los lípidos
El incluir en nuestra dieta una serie de alimentos como los aguacates, ricos en vitamina E y ácido oléico, se ha demostrado que también ayudan a aumentar el colesterol bueno, así como las aceitunas, que consumidas con moderación, contribuyen a regular el colesterol por los aceites monoinsaturados que contienen. La fibra soluble de las uvas pasas ayudan a disminuir la absorción que se produce en el intestino del colesterol al igual que las sardinas, que aunque las consumamos en conserva, aportan una gran cantidad de ácidos grasos esenciales para poder ehcar una mano a nuestro organismo para controlar los lípidos.
Una de las grandes incógnitas es la del consumo del huevo en caso de padecer colesterol. Hasta hace poco tiempo parecía desaconsejable para las personas que tuvieran el colesterol malo elevado, pero recientes estudios parecen ir demostrando lo contrario. En cualquier caso, para todas aquellas personas que tengan el colesterol alto es mejor no consumir 4 unidades de este alimento a la semana, ya que el huevo aporta 200 mg. lo que hace que aumente un poco el nivel de colesterol total. En caso de un adulto sano se puede llegar a incluir en la dieta un huevo diario sin problemas.
También se recomienda evitar el consumo excesivo de la grasa procedente de aceites poliinsaturados como el aceite de maíz o de girasol que suele estar presente en productos de pastelería y bollería así como en los alimentos fritos y precocinados.
