Existen algunas artes marciales que están perfectamente indicadas para niños a partir de los tres años de edad, mientras que otras no se aconseja practicarlas hasta que no tienen cinco años. Practicando artes marciales los niños aprenden a defenderse ante ciertas situaciones en las que pueden encontrarse en peligro pero también a poder derrotar a un adversario sin necesidad de lastimarlo.
¿A partir de qué edad?
El kárate puede practicarse a partir de los tres años mientras que existen otras modalidades como el judo, que se recomienda esperar hasta que tengan los cinco años ya que necesistan una mayor coordinación y un mayor control de sus movimientos.
Alrededor de los siete años podrán realizar su primer examen de judo o de kárate y a continuación comenzarán a profundizar y a conocer mejor el entrenamiento tradicional, ya que hasta esta edad se suelen practicar juegos y ejercicios orientados a familiarizar al pequeño con las artes marciales.
¿Qué aprenden?
Aprenderán los fundamentos de estas disciplinas de origen asiático, además de familiarizarse con diferentes secuencias de movimientos y con el respeto, disciplina, espíritu de equipo y coraje que rigen estos deportes.
¿Dónde se puede aprender?
En lugares muy distintos como por ejemplo un polideportivo municipal o en un gimnasio. Solo hay que informarse en las instalaciones del lugar donde vivas o incluso mirar por Internet. Las clases para niños de artes marciales suelen durar aproximadamente entre cuarenta y cinco minutos y sesenta minutos con una frecuencia de una o dos veces a la semana.
¿Qué es necesario para practicar estos deportes?
Los pequeños van a necesitar unos trajes especiales que suelen ser de algodón blanco y que están compuestos de chaqueta, pantalones y un cinturón de color, que irá variando según se vayan examinando y vayan ascendiendo. Deberán entrenar descalzos por lo que se aconseja llevar unas chanclas o unas zapatillas para ir a los vestuarios.
Habilidades que desarrollan
Con la práctica de estas artes marciales los pequeños ejercitarán todo su cuerpo. El niño tendrá más energía y será menos propenso a coger enfermedades. Con el judo se mejora la postura y se refuerzan los músculos de apoyo. También mejoran sus habilidades motrices incrementando su resistencia, su agilidad y su fuerza. Dar volteretas, gateas y saltar les ayuda con el sentido del equilibrio y con la coordinación.
Con las artes marciales los niños aprenderán a concentrarse en su cuerpo a la vez que responderán a las órdenes, lo que fortalece la capacidad de coordinación así como la disciplina. Así mismo tendrán la oportunidad de hacer frente a sus debilidades y de desarrollar sus puntos fuertes.
Con los ejercicios que realizan por parejas aprenderán a respetar a los demás. Con los ejercicios o con los combates, lograrán fomentar el análisis de su adversario así como la reflexionar sobre su propia conducta.