El aquagym se ha convertido en uno de los deportes acuáticos más demandados, por los enormes beneficios que brinda a nuestra salud, entre los que cabe destacar la mejora de nuestra respiración, el fortalecimiento de nuestra musculatura y la relajación que aporta a quien lo practica.
Tipos de ejercicios
El aquagym es una manera de hacer fitness en el agua, cuyos ejercicios están centrados en la tonificación muscular gracias a las repeticiones y el trabajo realizado con diferentes materiales como pelotas o pesas y que permite realizar los diferentes tipos de ejercicios con menor esfuerzo al encontrarnos dentro del agua. Esta actividad se adapta a las capacidades particulares de cada persona y está especialmente recomendado para todas aquellas que padecen problemas de tipo cardiorrespiratorios ya sean leves o moderados, con sobrepeso y obesidad o para mujeres embarazadas y personas mayores.
En las clases de aquagym se trabajan diferentes grupos musculares de una forma específica y se van alternando los ejercicios de la parte superior, media e inferior del cuerpo. Éstos se dividen en ejercicios de bajo impacto que se realizan con deslizamientos suaves sobre el suelo de la piscina, de alto impacto, con saltos y sin contacto con el suelo, o los llamados ejercicios sin impacto, que son aquellos que se ejecutan con el cuerpo flotando sobre el agua y sin poner los pies en el suelo.
También existen diferentes variantes como las destinadas a mejorar la capacidad aeróbica en las que se consigue que el corazón trabaje de una manera activa o los estiramientos, ideales para mejorar la flexibilidad.
Cómo sanarse practicando aquagym
Son varias las lesiones y patologías que pueden solucionarse practicando este tipo de deporte, como las afecciones de la columna vertebral, sobre todo la escoliosis o la hipercifosis, así como la hiperlordosis o las hernias discales. Lesiones de ligamentos, luxaciones, esguinces, tendinitis, inflamación del tendón de Aquiles, calambres, contusiones musculares, artritis reumatoide o lumbalgia crónica, también son patologías que pueden solucionarse con la práctica de este deporte, ya que debido a la escasa gravedad que ofrece el hacer ejercicio dentro del agua, permite que estos ejercicios puedan ser practicado por personas con movilidad reducida y que los resultados sean más duraderos.
Este tipo de deporte es ideal para personas que tengan el colesterol alto, para aquellas que necesiten favorecer la circulación, para reducir grasas o para mejorar la postura ya que es una actividad que no implica ningún tipo de riesgo de lesiones además de estar muy indicado para todos aquellos que sufran de problemas óseos como la osteoporososis, enfermedad que afecta sobre todo a las mujeres durante la etapa de la menopausia.
Otra de las ventajas que ofrece la práctica de este deporte, es que al practicarse en grupo consigue favorecer el contacto social, compartiendo experiencias e inquietudes a la vez que se obtiene un aumento de la autoestima.
Por tanto, sea cual sea la razón por la que nos decidamos a practicar el aquagym, es seguro que nos aportará grandes beneficios para nuestra salud.