Aprende cómo cuidar la episiotomía tras el parto

Durante los días siguientes al parto, la mayoría de las mujeres tienen dudas respecto a su higiene y se preguntan como hay que lavar la episiotomía o con qué frecuencia para evitar cualquier tipo de infección después de haber tenido a su bebé. Aprende cómo cuidar la episiotomía tras el parto ¿Cómo se deben lavar los genitales tras dar a luz?
Los cuidados de esta zona son muy parecidos haya habido o no episiotomía o cualquier otro tipo de sutura.  La higiene en cualquier caso debe ser solo externa, ya que hacerse lavados internos introduciendo algún tipo de productos o de agua en el interior de la vagina, puede llegar a destruir la flora natural y por consiguiente favorecer la aparición de infecciones. La vagina se encuentra preparada para las lesiones que se producen durante el parto y tiene una gran capacidad para cicatrizar y para repararse ella sola. 
Toda esta zona debe asearse simplemente con jabón neutro y agua templada. Puede utilizarse jabón de glicerina o jabón lagarto, utilizado para lavar la ropa antiguamente y que cuenta con un ph muy parecido al de la piel. En ningún caso se deben utilizar productos antisépticos, ni desinfectantes, ni antibióticos, ni cicatrizantes a no ser que el ginecólogo o la matrona lo hayan indicado. 
Si se da el pecho, queda totalmente prohibido usar desinfectantes yodados ya que éstos pasan a través de la leche materna y pueden llegar a originar problemas de tiroides en el bebé.
Limpieza íntima paso a paso tras el parto 
Tanto el lavado como el secado deben hacerse siempre desde la vagina hacia el ano y nunca al revés ya que si no podrían pasarse gérmenes desde la zona del recto a la zona genital. 
Hay que lavarse con la mano preferentemente ya que el uso de esponjas constituye un foco de proliferación de los gérmenes.
Aunque se haya procedido a una ducha durante la mañana en la que se debe lavar la zona muy meticulosamente, durante la noche habrá que refrescarse también por ejemplo en el bidé aunque en este caso siempre con el agua saliendo a chorro y nunca estancada, ya que en este caso se convertiría igualmente en un foco de gérmenes. En cualquier caso se aconseja no lavarse más de 2 veces al día ya que un exceso de humedad logrará macerar la zona y por tanto dificultar la cicatrización.
No te preocupes si los puntos que tienes entran en contacto alguna vez con las heces o con la orina ya que la flora natural de tu piel te protegerá de las posibles infecciones. Una vez te hayas lavado bien, debes secarte perfectamente con una toalla suave, en dirección también vagino rectal.
Hay que utilizar compresas de algodón que no contengan plásticos y deben cambiarse cada vez que estén mojadas para así evitar cualquier exceso de humedad. 
Siempre que no haya un exceso de sangrado y que sea posible, se puede mantener esta zona al aire libre. Tampoco es necesario depilarse, porque aunque para el parto lo más probable es que te hayan rasurado, durante el postparto no supone ningún tipo de riesgo tener vello en esta zona. 
Todas estas medidas higiénicas hay que mantenerlas mientras existan los loquios. Después se volverá a la higiene habitual.