Son muchas las ocasiones en que como padres nos llegamos a preguntar si nuestro hijo que cuenta con un poco de sobrepeso o incluso sufre de obesidad infantil, puede llegar a tener problemas en su salud debido a esto. Descubre como cuidarle para evitar futuros problemas.
Obesidad infantil
Efectivamente según estudios realizados por nutricionistas especializados, han indicado que los niños obesos suelen convertirse también en adultos con un sobrepeso que les puede generar diferentes enfermedades físicas o incluso psíquicas como desórdenes de tipo depresivos o una baja autoestima.
Los niños con sobrepeso generalmente presentan un riesgo mayor de desarrollar enfermedades de tipo cardiovascular crónica en su edad adulta. Hipertensión, diabetes o dolencias cardiovasculares, son posibles afecciones que pueden aparecer si no se trata adecuadamente este problema.
Una balanceada y saludable dieta durante su etapa infantil puede prevenir este tipo de dolencias futuras por lo que es más que recomendable vigilar la alimentación de nuestros hijos durante este período.
Un cambio de hábitos también es extremadamente importante. Enseñarles a masticar de una manera adecuada es decir, lentamente y sin engullir la comida, comer en la mesa y en ningún caso frente a la televisión, beber agua en lugar de sus “adorados” refrescos y evitar el consumo de dulces y golosinas, especialmente cuando se ofrecen como premios para evitar que los niños las asocien con una actuación positiva, contribuirán junto con una dieta adecuada, a prevenir el sobrepeso infantil.
Una alimentación correcta
La infancia es una etapa primordial para establecer unos correctos hábitos alimentarios además de ser la época en que mejor se van aceptando los cambios de la nutrición, por eso es importante inculcarles durante este período unos buenos hábitos.
El papel de la familia y especialmente de los padres, es básico en los primeros años de vida de los pequeños ya que ellos intentar imitarnos continuamente. Si bebemos refrescos a la hora de comer es muy probable que ellos también quieran hacerlo o si por ejemplo no comemos cualquier tipo de alimento, es casi seguro que ellos tampoco querrán hacerlo.
Para ello es muy importante introducir en la alimentación de toda la familia unos buenos principios como por ejemplo un consumo regular de pescado, de verdura, de legumbres y de frutas, alimentos que resultan indispensables para la buena salud de nuestros hijos y para la nuestra propia.
Disminuir el consumo de embutidos grasos, de frituras o de carnes rojas así como dejar para esas ocasiones especiales las chucherías y los refrescos, también contribuirán positivamente en la salud de los pequeños. Optar en su lugar por zumos naturales y consumir agua en las comidas y cenas así como ponerles las raciones acordes a la edad que tienen, contribuirán a que nuestros hijos se mantengan en su peso ideal y puedan evitar por tanto futuros problemas que pueden llegar a traer consecuencias bastante importantes.