Las personas que padecen del trastorno conocido como gota y que es debido a un exceso de ácido úrico, suelen sentir como primer síntoma un agudo dolor en el dedo gordo de un pie que puede llegar a extenderse hasta el tobillo o incluso la rodilla o una de las muñecas.
Síntomas de un ataque de gota
En el momento en que aparece el primer síntoma de padecer un exceso de ácido úrico y que se caracteriza como hemos dicho, por una inflamación del dedo gordo del pie, también pueden aparecer otros síntomas como una rigidez en las articulaciones, fiebre o una sensación de hormigueo en la zona donde más tarde aparecerá el dolor. Los ataques de gota generalmente suelen aparecer por la noche y son frecuentes tras haber ingerido alcohol o haber comido en exceso cualquier tipo de alimentos ricos en purinas, como pueden ser los quesos curados, marisco, anchoas o vísceras animales.
Cuidados naturales para combatir el ácido úrico
Aparte de mantener una buena alimentación, algunas plantas cuentan con propiedades que reducen los síntomas causados por esta enfermedad y que incluso llegan a mejorar la calidad de vida de todas aquellas personas que la padecen. El ajo es una de ellas. Si cocemos cuatros dientes de ajo en un litro de agua y bebemos dos vasos de este preparado al día, conseguiremos reducir los síntomas del ácido úrico de igual manera que si colocamos, también en un litro de agua, alrededor de 30 gramos de arándanos y dejamos que hierva para después reposarlo durante unos diez minutos e ingerir tres vasos de este preparado al día. Beber zumo de limón diariamente o una infusión con dos cucharas de hojas de ortiga secas por cada litro de agua que debe consumirse antes de las comidas, también nos dará un excelente resultado al igual que si maceramos 300 gramos de cebolla bien picada junto con un litro de vino.
Para paliar el dolor externo se recomienda aplicar una cataplasma templada de arroz sobre la zona afectada o realizar baños con una infusión preparadas con 40 gramos de ortiga por cada litro de agua y verterlo en la bañera para permanecer en ella durante unos 20 minutos y después meterse en la cama sin haberse secado la zona. El repollo también resulta excelente para combatir el dolor producido por la gota si batimos dos hojas limpias y aplicamos el líquido resultante sobre la zona dolorida. Otra opción es preparar una cataplasma con dos dientes de ajo machacados con una cuchara de vinagre y de salvado de trigo que debe aplicarse en la zona afectada durante unos minutos.
En cualquier caso bajar de peso, evitar el alcohol, reducir la cantidad de grasas y de proteínas que se ingieran y reposar en caso de padecer un ataque intenso de gota, manteniendo en posición elevada la zona afectada, servirá de gran ayuda en el momento en que aparezca el dolor.