Una vez se ha considerado seriamente la idea de tener un hijo, resulta muy importante prepararse para las exigencias de un embarazo y una de ellas es la alimentación. Es primordial tener una dietas bien balanceada que cubra todos los nutrientes para mejorar la calidad de los óvulos así como la implantación del embrión y por supuesto, el desarrollo del feto. Y para ello hay alimentos que ayudan a mejorar las probabilidades de concebir un bebé, mientras que por el contrario hay otros que disminuyen las posibilidades de quedarse embarazada. A continuación te contamos cuales son.
DHA
El ácido docosahexaeónico o DHA es un ácido omega 3 que resulta esencial para los ojos, el cerebro y las neuronas, así como para el equilibrio hormonal, la salud de los ovarios y por consiguiente de los óvulos y el sistema inmunitario. Se puede encontrar en el salmón, mariscos, atún, sardinas, algas, aguacates, nueces y en las verduras de hojas verdes.
Antioxidantes
Protegen a las células de los daños provocados por los radicales libres que atacan a las mismas y perjudican el ADN así como a las mitocondrias. Y es que aunque el cuerpo fabrica de manera natural ciertos antioxidantes, lo cierto es que otros tiene que sacarlos de la alimentación. Consumir cada día cinco piezas de verdura y de frutas es una manera excelente de asegurarse la ingesta adecuada de los antioxidantes.
Se pueden encontrar en las naranjas, limones, melones, kiwi, arándanos, ciruelas, fresas, ajo, frutos secos, coliflor, pimientos, tomates y espinacas.
Vitaminas de tipo B
Las vitaminas pertenecientes a este grupo resultan fundamentales tanto para la ovulación como para la implantación, pero también son muy importantes para el control de las hormonas y para el desarrollo del feto.
Ácido fólico
Esta vitamina de tipo B ayuda a prevenir cualquier defecto en el cerebro y en la médula espinal por lo que es importante consumir la cantidad necesaria tanto antes como durante el embarazo. Se puede encontrar en los cereales, el plátano, las legumbres, los aguacates, las sardinas, los huevos, el cordero, el requesón y la trucha.
Calcio
Este mineral se encarga de mantener los dientes y los huesos fuertes además de mantener el sistema circulatorio y nervioso así como los músculos en condiciones perfectas. Si no se consigue la cantidad necesaria de dicho mineral mediante la alimentación, lo sacará de los huesos con lo que los debilitará.
Se puede encontrar en los productos lácteos, en las espinacas, en los berros, en la col, naranjas, lechugas, sardinas, higo y atún.
Hierro
Si existe una insuficiencia de hierro al comenzar el embarazo aumenta el riesgo de poder desarrollar una anemia después del parto con lo que se reducirán entre otras cosas, la energía de la madre. Se puede conseguir en el pescado, en el pollo, en la carne magra, en las algas, las espinacas, el brócoli y el perejil.
Fibra
Una dieta que sea baja en azúcar y en grasa así como alta en fibra, ayuda a que se reduzca el riego de padecer en la edad adulta,el síndrome conocido como «ovario poliquístico». La fibra se puede encontrar en el salvado, el germen de trigo, el centeno, la avena, las espinacas, la alcachofa, las acelgas, el higo, el dátil, las almendras, las alubias y los cacahuetes.