El bebé tiene un estómago bastante delicado y por tanto no admite cualquier tipo de alimento. El sistema digestivo del mismo necesita un proceso de maduración por lo que el pequeño no se encuentra preparado para digerir algunos alimentos durante los primeros meses de su vida, cuando por ende, solamente la leche materna es más que suficiente para cubrir todas sus necesidades de alimentación.
Aunque cuando cumple los seis meses de edad, el bebé ya va a ir necesitando otro tipo de nutrientes y los pediatras se encargan por consiguiente, de dar a los padres unas recomendaciones, e incluso unas tablas sobre cómo, cuándo y de qué manera tienen que ir introduciendo los diferentes alimentos en la dieta del niño.
Sin embargo, a partir de los 6 meses, el bebé necesita de otros nutrientes y los pediatras nos dan a los padres unas tablas o unas recomendaciones sobre cómo, cuándo y en qué orden introducir alimentos en la dieta del bebé.
Alimentos desaconsejados para un bebé que todavía no ha cumplido dos años
Según ciertas encuestas llevadas a cabo, se ha descubierto que un gran porcentaje de niños que aún no han cumplido los dos años de edad, ya beben de manera habitual zumos industriales y refrescos y que incluso comen pasteles o dulces. De todas formas, las escuentas no son necesarias ya que casi todos hemos visto alguna vez a un bebé con menos de esta edad que lleva una bolsa de chucherías en las manos, o unas galletas de tipo industrial con un zumo. Aún así, estos son algunos de los alimentos que jamás tendrías que dar a tu bebé antes de que tenga veinticuatro meses de edad.
–Miel. Este alimento puede que se encuentre contaminado con una bacteria que es la responsable de transmitir el botulismo. Además como el sistema inmunológico del bebé todavía está en desarrollo, podría incluso sufrir alergia la polen, y en casos más graves, sufrir una asfixia al comer este alimento.
– Chucherías. Cuentan con un elevado contenido en goma, azúcar y colorantes, unas sustancias totalmente innecesaria para estas edades. Este tipo de alimento solamente contribuye a generar caries en la boca de los pequeños y obesidad infantil.
– Bollería industrial. Esta bollería es alta en grasas trans, es decir, en las más perjudiciales. También en aceites menos saludables como el de coco y el de palma, además cuentan con un elevado contenido en azúcar.
– Frutos secos. Este tipo de alimento puede provocar alergia, ya que los cacahuetes, las almendras y las nueces son alimentos muy alergénicos. No se deben introducir en la dieta de los niños hasta que no tienen cinco o seis años.
– Refrescos. Estas bebidas cuentan con un elevado contenido en azúcar, en aditivos químicos y en cafeína que pueden causar daños gástricos e intestinales en los bebés. Además pueden provocar alteraciones en su sueño.
– Salchichas. Este alimento es una de las fuentes principales de atragantamiento en los pequeños, ya que tienen el tamaño de la glotis de los bebés que pueden quedar atragantados fácilmente.
– Pez espada y atún rojo. Estos dos tipos de pesados tienen un alto contenido en mercurio, por lo que no deberían consumirlo hasta cumplir los tres años.
– Conservas. Cuentan con mucha sal y demasiados conservantes que son necesarios para alargar su caducidad.
– Embutidos. Cuentan con una gran cantidad de grasas y de sal.
– Zumos envasados. Es preferible preparar el zumo en casa y así se evitan los azúcares y otros componentes como por ejemplo el néctar.