Alimentación infantil desde el nacimiento hasta los 10 meses de edad. Parte I.

Aprende como darle a tu bebé la mejor nutrición y la alimentación más completa desde el mismo momento de su nacimiento así como los alimentos que debes ir introduciendo en su dieta dependiendo de su edad. Alimentación infantil desde el nacimiento hasta los 10 meses de edad. Parte I.

Leche materna

Este es sin duda el mejor alimento para nuestro bebé puesto que además de proporcionarle los nutrientes necesarios le protege contra cualquier infección de intolerancia y le ayuda a establecer una mayor relación emocional si cabe entre la madre y el niño.

Se recomienda dar el pecho al bebé de forma única durante al menos sus primeros meses de vida.

En caso de que la madre no pueda darle el pecho a su bebé o no lo desee, será preciso recurrir a las leches con fórmulas infantiles que tienen un gran parecido con la leche materna, logrando también que los nutrientes que el bebé ingiera sean los necesarios para su edad, sin defecto o exceso de ellos, algo que resulta muy importante para prevenir enfermedades en su edad adulta que puedan venir provocadas por un alimentación inadecuada en su primer año de vida.

Casi todas las leches de fórmula infantil suelen venir preparadas en polvo aunque es posible encontrarlas también en un formato líquido. La leche en polvo tiene que diluirse con agua y viene junto con una cuchara de plástico utilizada para medir las dosis exactas. Las proporciones indicadas, tanto del agua como de la leche, no deber alterarse bajo ningún concepto, pues en este caso el bebé podría llegar a sufrir algunas molestias.

Existen leches adecuadas a cada etapa de su crecimiento y específicas para casos concretos. En cualquier caso es necesario seguir las indicaciones del pediatra.

A partir de los cuatro y seis meses de edad

Uno de los alimentos que se introducen primero en la dieta de un niño son las papillas con cereales y que suele hacerse a partir del cuarto o sexto mes de vida del bebé.

Los cereales aportarán al niño proteínas, vitaminas e hidratos de carbono fáciles de asimilar por su pequeño organismo, y cubren con la leche, las necesidades de nutrición que tiene el bebé durante esta etapa de su crecimiento.

Debe empezarse por el arroz, la tapioca y el maíz ya que no contienen gluten, compuesto proteínico que podría provocar algún tipo de intolerancia en el pequeño.

Entre los cuatro y los seis meses de edad, el aparato digestivo del niño ya está en unas condiciones más adecuadas para asimilar el gluten por lo que se puede introducir ya el trigo, el centeno, la avena, la cebada y la espelta, contando ésta última con numerosas propiedades beneficiosas para el nene.

Estas papillas de cereales las puedes preparar en un plato o en un biberón, disueltas bien con la leche de la mamá o con leche de fórmula. De igual manera siempre será el pediatra el que aconsejará las cantidades de cereales adecuadas dependiendo de las necesidades de cada bebé.