A pesar de su corta edad, los niños entienden muchas cosas que pasan a su alrededor y tienen capacidades suficientes para poder realizar algunas actividades por si mismos. Es responsabilidad de los padres educarlos para que este objetivo se logre y sepan que hay tareas por cumplir y que no todo deben hacérselo los adultos. A veces los padres en medio de su preocupación y amor, tratan de hacer todo por sus hijos, darles lo mejor y cuidarlos excesivamente, pero lo que logran sin saberlo y de la manera más inocente, es sobreprotegerlos y tal vez crearles actitudes y sentimientos de inseguridad y falta de autoestima, porque sienten que sin ellos, no logran hacer las cosas. Aunque es cierto que son niños, hay algunas actividades que si pueden hacer por si solos, obviamente primero con la instrucción de un adulto. La idea es enseñarlos a desenvolverse por sí mismos y que dé a pocos generen un ideal de independencia.
Por ejemplo, lavar los dientes es algo simple pero serio, porque de su cuidado dental depende que los dientes definitivos nazcan sanos y permanezcan en la posición adecuada, además que evitan el mal aliento, las caries y el sarro, o enfermedades periodontales mucho más graves, que a su corta edad es inaudito que aparezcan y se da esencialmente por falta de cuidado. Lo primero es enseñarle la rutina de cepillado y después revisar como lo hace. Para que lo tome en serio, se puede utilizar alguna metodología de juego y que no sea tan aburrido.
Vestirse al principio puede ser confuso, pero después empiezan a familiarizarse con las prendas, las partes del cuerpo y que relación tiene cada una de ellas con la ropa. Puede que en un inicio cometan algunos errores, que aunque en un principio sea cómico, deben corregirse para que el aprenda. Algo importante es que la ropa di sebe ser alistada por los papás para que el solo se la ponga, pues a su corta edad no tiene nociones claras de combinación de prendas o colores.
El colegio es algo con lo que la mayoría de padres sufren, pero es posible volver a los pequeños responsables y que sean ellos mismos los que se preocupen por hacer sus tareas sin que los padres los estén acosando para que las hagan y que finalmente llegue la noche y sea papá o mamá quien la realice, porque el pequeño se durmió en medio de la rebeldía de no querer hacer nada. Hay que exigirles, explicarles y acompañarlos, pero no gritarles o golpearlos, porque empezara a desarrollar miedo.
Obedecer es importante y sobre todo cuando es hora de comer en familia y en el comedor. Muchos niños no atienden al llamado de sus padres porque están viendo televisión o porque están jugando, pero deben acostumbrarse a escuchar y comer y sentarse en la mesa por si solos, y no que los padres les estén rogando para que terminen o por lo menos que prueben el plato, para que al final, sean alimentados a cucharadas. Uno de los actos que les empezara a dar responsabilidad es ser ordenandos y recoger el desorden y el reguero de juguetes que hayan dejado en el cuarto o por toda la casa. Sabrán que así como sacan las cosas, deben dejarlas en su lugar y después aprenderán a utilizar lo necesario y no crearán tanto caos de cosas.