El aborto se define como la pérdida del embarazo antes de las veintidós semanas de gestación o antes de que el feto llegue a pesar 500 gramos. Un aborto espontáneo se va a producir durante las doce primeras semanas de embarazo, y aunque es difícil de establecer cuando sucede, ya que se puede llegar a abortar sin ni siquiera saber que se está embarazada, lo cierto es que la tasa de abortos no reconocidos de manera espontánea, son más frecuentes de lo que se piensa.
Infecciones
Existen infecciones de la madre que se producen en el primer trimestre del embarazo y que pueden ocasionar un aborto. Son muchos los virus existentes, como el de la rubeola que pueden ocasionar tanto como malformaciones congénitas infectando al feto durante su desarrollo, como abortos espontáneos.
Enfermedades crónicas
Hay algunas enfermedades crónicas de la madre que también se relacionan con la pérdida del embarazo como la diabetes. Las mujeres que sufren esta enfermedad y que se administran insulinas, son más propensas a sufrir un aborto. Una mujer que fuma, también es tiene más riesgo de sufrirlo de una manera proporcional a la cantidad de cigarros que se fumen.
Las radiaciones, las drogas, el alcohol y ciertos productos químicos, como los que se usan para la limpieza en seco, as´como los gases anestésicos, se encuentran también relacionados con el aborto.
Anomalías en la forma de la matriz
Ciertas anomalías, como el útero septo, es decir, un útero que tiene un tabique central que parte la cavidad uterina en dos partes, puede también ser una causa de abortos y partos prematuros, puesto que provocan distorsión en la cavidad uterina que además de impedir un crecimiento del feto correcto, crea un problema de espacio para que se desarrolle de manera correcta el feto.
Incompetencia en el cuello de la matriz
La fragilidad del cuello del útero consiste en la incapacidad de estar cerrado para retener al feto, por lo que se pueden dar lugar también a abortos de repetición. Algunos tipos de fibromas uterinos o de miomas, también predisponen al aborto.
Déficit nutricional
La disminución de proteínas en sangre o una carencia de vitaminas del tipo A, C y E, así como de ácido fólico, se relacionan también con el aborto, aunque en la actualidad no existen pruebas definitivas de ello.
Factores psicosomáticos
Las mujeres que se encuentran sometidas a un estrés emocional muy fuerte, puede que también tengan una predisposición mayor a sufrir un aborto, aunque no está demostrado.
¿Por qué se produce un aborto?
La mayor parte de los abortos son provocados por anomalías en los cromosomas de un embrión. La edad de la futura madre también se encuentra relacionada con el aborto, aumentando conforme sea más mayor la madre. Una mujer con 20 años de edad cuenta con un riesgo de aborto del 12% aproximadamente y una mujer de 40 años, del 26%.
Amenaza de aborto
Cuando una mujer embarazada presenta un sangrado vaginal antes de que pasen las veintidós semanas de gestación, puede presentar una amenaza de aborto. En cualquier caso si aparece una hemorragia escasa, es decir, menor que la de una regla, y no va acompañada de otro síntoma, no significa riesgo de aborto, aunque por supuesto, hay que consultar al ginecólogo cuanto antes.
En el reconocimiento que se debe efectuar, se comprobará que el cuello de la matriz se encuentre cerrado, aunque la prueba definitiva será la ecografía transvaginal, donde se puede ver si el corazón del embrión sigue latiendo.