Esta época del año es perfecta para nacer y es que la tranquilidad y el buen tiempo que suele acompañar a los meses de vacaciones resultan muy beneficiosos tanto para las madres como los recién nacidos aunque eso sí, es necesario tomar una serie de precauciones cuando las temperaturas suben más de lo que desearíamos.
Agradables paseos
Si alguna vez te has preocupado porque tu pequeño iba a nacer durante los meses con más calor del año, ahora puedes estar tranquila ya que con unas precauciones de lo más lógicas, conseguirás que sus primeros meses en esta vida transcurran sin ningún tipo de sobresalto.
Y es que nacer durante el verano significa que el bebé tendrá ya unos meses cuando aparezcan los problemas más típicos en su sistema respiratorio y que suele afectar con mayor frecuencia a los lactantes. Con cinco o seis meses el organismo de tu hijo podrá responder mucho mejor y tendrá muchas menos posibilidades de sufrir cualquier tipo de complicación.
Además con la llegada del buen tiempo aumenta la posibilidad de realizar agradables paseos con el pequeño algo que le servirá sin duda para relajarse y para estimularle más. Una vez que la madre y el bebé se encuentren en condiciones de salir a la calle, algo que suele suceder entre los siete y los diez días siguientes al parto, resulta muy placentero dar un paseo durante las horas más frescas, ya sea por la mañana temprano o a última hora de la tarde. En cualquier caso siempre hay que salir de casa con una sombrilla en su coche de paseo y si os encontráis en una zona que sea húmeda, con una mosquitera para evitar que los insectos puedan picarle.
Precauciones
Con el calor las diarreas en los bebés aumentan considerablemente, algo de lo que se encontrará más protegido si le estás dando el pecho. Tampoco hay que temer que se deshidrate si se le va alimentando correctamente.
En caso de que alimentes a tu bebé con un biberón, sí que es necesario ser algo más escrupulosa y lavar bien estos utensilios así como esterilizarlos continuamente y manipularlos de una manera correcta.
Si cuentas con aire acondicionado dentro de casa, úsalo con mucha precaución con la llegada de tu hijo e intenta mantenerle siempre en un lugar que esté alejado de las corrientes y en un lugar fresco.
Es normal que con el sudor provocado por los días más calurosos pueda aparecer la sudamina que se trata de una serie de granitos que aunque no tienen importancia pueden resultar muy molestos por el picor que conlleva por lo que es necesario seguir la pauta anterior y mantenerle en lugares en los que no haga demasiado calor.
Además si el bebé nace durante el comienzo de la época veraniega, piensa también en tí ya que evitarás pasar esos meses de calor con una avanzada tripa algo que puede llegar a resultar muy pesado. Igualmente la luz del sol logra estimular el estado de ánimo de cualquier persona de una manera positiva con lo que se alejarán los riesgos de sufrir la famosa depresión postparto.