Son numerosas las ocasiones en las que sentimos que no somos los mejores padres, pero hay que saber que los padres perfectos no existen y que no es algo el innato el ser padres, si no que es algo que se aprende. Y aunque no existe ningún manual para aprender la mejor manera de tratar a los hijos, sí que existen técnicas que pueden ayudar a reforzar el vínculo familiar y una de ellas es el «mindfull parenting», conocido también como atención plena, consistente en saber manejar los pensamientos, actitudes y emociones y en aprender a que nuestra felicidad sea plena a base de disfrutar del momento. El objetivo va a ser por tanto, en que cuando estemos con los hijos, evitar poner el «piloto automático» y no mostrar interés en lo que esté sucediendo.
Mindfull parenting
Esta atención plena tiene que comenzar en uno mismo para así poder educar más tarde a los niños en esta disciplina. La clave para dominar esta técnica se encuentra en la práctica continuada y para ello existen algunas pautas.
Una de ellas es empezar por escuchar a los niños. Tienes que dejarles hablar y no juzgarlos. De esta manera lograrás que sean más conscientes de sus necesidades a la par que aprenderán a prestar mayor atención. Por otra parte ellos vana ver tu empatía y favorecerá la comunicación en vuestro hogar.
Otra pauta a seguir es buscar momentos sin prisas para aprender a conocerse mejor. Intenta reservar un hueco cada día para hacer cosas con ellos que les guste y poder disfrutar de vuestras emociones. De esta manera los vínculos se van a fortalecer y ser creará un clima de mayor confianza. Además os va a ayudar a evitar enfrentamientos futuros y poder dialogar sin dar lugar a rabietas.
Da salida al niño que llevas dentro y ponte en su lugar. Mira a través de sus ojos y te servirá para desconectar del estrés diario, además de mejorar tu ánimo y aumentar tu energía, ya que los niños son capaces de apreciar las cosas más sencillas.
De vez en cuando cambia la rutina. Y es que aunque tengas unos hábitos establecidos que favorece sin duda el desarrollo de los niños además de fomentar su sentido de la responsabilidad, rompiendo la rutina de vez en cuando, hace experimentar emociones positivas y a ellos les va a hacer sentirse atendidos e importantes.
No olvides tomarte tu tiempo y antes de reaccionar de una manera compulsiva, párate, respira y piensa durante un momento antes de responder. Se trata de prestar atención en el momento y de no actuar en caliente. Aunque parece algo complicado, es muy sencillo.
Pero ante todo, no hay que pretender ser una madre o un padre perfecto, y aunque el mindfull parenting no es un proceso sencillo, con actitud y con ganas se puede conseguir. La perfección no existe, así que lo mejor es aceptar los errores y no tener miedo de pedir perdón cuando te equivoques.