Cuando te dan la feliz noticia de que estás embarazada, te vienen a la cabeza todo lo que has leído y escuchado sobre este instante tan especial y especialmente si eres madre primeriza, es muy probable que tengas numerosas sensaciones encontradas. Por una parte sientes una alegría enorme porque dentro de ti llevas una vida y por otra parte, los miedos al dolor durante el parto o a que algo pudiera salir mal. No debes preocuparte, ya que es algo que casi todas las mujeres embarazadas pasan.
En cualquier caso ten presente, que es muy importante las vistas programadas con el ginecólogo o la matrona para que te lleven a cabo un exhaustivo control de tu embarazo y evitar así cualquier posible complicación. Además podrás comentarle todas las dudas que te vayan surgiendo.
¿Hay síntomas de embarazo que desaparecen?
Otra de las preocupaciones que casi seguro te van a llegar a invadir, va a tener que ver con los síntomas que se padecen durante los primeros meses de la gestación. De cualquier manera es importante saber que no todas las mujeres que están embarazadas sienten molestias, habiendo incluso algunas que no notan nada hasta el parto.
Existen también síntomas que aparecen en las primeras semanas y después desaparecen, y otros en cambio, que te van a acompañar desde el principio y que pueden ir aumentando hasta el final de la gestación.
Síntomas más comunes
En el primer mes apenas aparecen síntomas, aunque sí que se puede llegar a notar un aumento y mayor sensibilidad de los senos, debido a la progesterona y al estrógeno que ya comienzan a estimular a las glándulas mamarias para ir preparándolas para la lactancia.
En el segundo mes pueden aparecer las náuseas, los vómitos, fatiga y somnolencia y aversión a los olores muy fuertes. Algunos de estos síntomas desaparecen después del tercer mes como por ejemplo las náuseas y los vómitos, y otros se van a quedar completamente atrás o van a disminuir considerablemente como la sensibilidad en el pecho o el sueño.
Ya en el tercer mes como consecuencia del crecimiento del feto, va a comenzar otra etapa de la gestación y habrá por tanto, cambios en el cuerpo muy significativos que seguramente, van a ir aumentando con el paso del tiempo, como puede ser dolor lumbar, incremento de paso, estreñimiento, hinchazón abdominal y ganas de orinar muy frecuentes.
De igual manera que sucede en el primer trimestre, estos síntomas pueden ir desapareciendo según va pasando el tiempo, aunque en la última fase y hasta que llegue el momento del parto, es muy probable que el aumento del peso, la hinchazón propia debido a la retención de líquidos, especialmente durante la temporada de calor o el dolor de lumbares, permanezca contigo, aunque tienes que pensar que el resultado final va a ser tu bebé y que los síntomas van a terminar, pero él va a permanecer contigo.