El rafting o descenso de ríos es una de las aventuras que casi todos los jóvenes o adolescentes quieren realizar o al menos les llama la atención, en la que además de soltar una gran cantidad de adrenalina, es una actividad muy divertida donde todo el que la practica se lo va a pasar genial.
Rafting
Ya sea en una excursión con el colegio o en una escapada con la familia, el rafting es un deporte diferente que permite desconectar de la rutina de cada día y sin pasar nada de miedo. Lo primero que hay que hacer al llegar al destino elegido, una vez se ha concertado el día para ir a practicarlo, es colocarse el neopreno y después el chaleco salvavidas. A continuación imprescindible colocarse el casco. En ese momento los monitores comenzarán a dar las indicaciones de seguridad y de funcionamiento para que todo el mundo sepa cómo hay que actuar en el momento de subirse a la balsa así como durante todo el trayecto, ya que es muy importante que la balsa se mueva en la dirección correcta y para eso todos los viajeros deben cooperar. En cualquier caso el monitor siempre va a ir indicando la manera de remar, por dónde ir, etc.
Niveles
Si es la primera vez que se va a realizar rafting, lo más recomendable sería buscar una zona que no tenga mucho nivel y que sea apto para todo tipo de personas. Una zona de nivel dos con algún que otro paso de nivel tres, sería perfecto.
Para que te hagas una idea, el nivel uno consistiría en aguas que apenas se mueven y donde el riesgo es mínimo para los nadadores. El nivel dos es para los novatos aunque unos rápidos ideales para mandar a algún turista desprevenido al agua. En el nivel tres puede haber alguna pequeña caída y rocas en medio de la corriente que son necesarias esquivar. El nivel cuatro son rápidos intensos para los que se necesita precisión, pudiéndose presentar grandes olas que requieren rapidez y habilidad. El nivel cinco pocas empresas lo ofrecen ya que se trata de ríos peligrosos con muchas corrientes y rocas enormes, un recorrido que solamente puede realizarse por personas con mucha experiencia.
Por último está el nivel seis o nivel extremo. Estos rápidos presentan un nivel de dificultad peligroso y extremo donde las consecuencias de un erro pueden llegar a resultar muy serias y un rescate pudiera ser imposible. Estas aguas solamente son recorridas por personas expertas y cuando el afluente que se va atravesar cuente con unos niveles favorables para ello. De hecho estas aguas se clasifican como no «recorribles».
El rafting, cuya traducción al español, podría significar «balseo», es por tanto una disciplina muy emocionante y una experiencia inolvidable, que no solo pueden practicar los más jóvenes, ya que la tripulación, que generalmente está compuesta por cuatro integrantes como mínimo y doce como máximo, es un reto verdaderamente divertido del que va a disfrutar todo el mundo tenga la edad que tenga.