Cómo reconocer las contracciones del parto

En diversos momentos de la gestación tienen lugar contracciones uterinas, que pueden ser o bien preparatorias o bien un síntoma de parto. Pero ¿sabrás distinguir entre los diferentes tipos que hay para saber cuándo son verdaderamente contracciones de parto? A continuación te explicamos cómo.

Señales de parto

La dilatación como tal se encuentra precedida de un momento conocido como fase prodrómica que puede llegar a durar incluso hasta un par de días, en el caso sobre todo de las mamás primerizas, proceso en el que se pueden llegar a manifestar tres tipos diferentes de señales.

Una de ellas puede ser la eliminación del tapón mucoso, una sustancia gelatinosa que se encuentra ubicada en el interior del canal vaginal y que aísla el ambiente del útero. También podría suceder que la pérdida de este tapón tenga lugar una semana o diez días antes del verdadero comienzo del parto. De cualquier manera, lo mejor es que la futura madre, cuando lo note, se vaya al hospital para que se lleve a cabo un control de su estado.

La segunda señal es la rotura de la bolsa de aguas, encargada de contener el líquido amniótico que ha estado protegiendo todo el embarazo al bebé. La tercera consiste en las contracciones propiamente dichas, que van a ir aumentando de manera progresiva tanto en frecuencia como en intensidad, siendo la señal de que el cuello uterino está aplanándose y ablandándose.

Características de las contracciones de parto

La fase activa del parto comienza al alcanzar los tres centímetros de dilatación, punto en el que las contracciones también cambian. Al principio se presentan cada veinte minutos, después cada quince y finalmente cada diez y cinco minutos, durante hasta sesenta segundas cada una. El dolor se siente en el bajo vientre y en la zona lumbar.

Puede suceder que las contracciones deje de sentirse poco tiempo después de comenzar y que haya sido una falsa alarma, por eso, solamente cuando ya hace dos doras que se van repitiendo a intervalos de cinco o diez minutos y con una duración de cuarenta segundos, es cuando ha llegado el momento de dirigirse al hospital.

Contracciones en el tercer trimestre de embarazo

Estas contracciones, a diferencia de las del parto, no son dolorosas y suelen ser percibidas como un estiramiento del abdomen. En cualquier caso a partir de la semana treinta y siete de gestación, la actividad del útero se va a hacer más frecuente, teniendo la función de ir provocando las primeras modificaciones en el cuello del útero para prepararlo para la dilatación. Aunque se pueden llegar a notar bastantes al día, por regla general simplemente molestas un poco. Estas contracciones también pueden percibirse al tacto, colocando la palma de la mano sobre el abdomen y presionando con las yemas de los dedos ligeramente.

Si faltan todavía algunas semanas para el parto y las contracciones se producen con mayor frecuencia de la indicada anteriormente, especialmente si hay factores de riesgos asociados, hay que acudir cuanto antes al hospital.