Las mujeres que se han convertido en madres por primera vez pueden llegar a cometer algunos errores tanto por un exceso de celo como por falta de información. Vamos a ver algunos de los que se comenten más habitualmente para que intentes evitarlos.
Esterilización al máximo
Una correcta higiene es fundamental en los bebés, especialmente durante sus primeras semanas de vida, pero tampoco hay que obsesionarse. Lo que hay que conseguir es que los objetos del bebé estén limpios para que entre en contacto con un determinado número de bacterias que le permitan desarrollas defensas propias, pero no en las cantidades suficientes como para que puedan provocarle una infección. Otra cosa diferentes son los niños prematuros, ya que con ellos hay que extremar la limpieza, sobre todo durante sus primeras semanas en este mundo.
Abrigarle demasiado
Un recién nacido va a tender a enfriarse, pero también a sudar en exceso si se le abriga demasiado. Además también se ha comprobado que puede aumentar el riesgo de asfixiarse así como el de muerte súbita. Si en la casa la temperatura es de entre 20 y 22º, se le puede tener vestido simplemente con un body y un pelele de algodón que le cubra también los pies.
Para saber si tiene frío hay que comprobar que sus pies y manos no esté muy fríos o un poco amoratados. Si es el caso, habrá que abrigarle un poco más. Si está sudando por la zona de la cabeza y del cuello, quiere decir que tiene calor y habrá que quitarle algo de ropa.
Silencio mientras duerme durante el día
Si la mamá también va a aprovechar el rato que el niño duerme durante el día para dormir, entonces será estupendo que haya silencio, pero si no, no resulta aconsejable. Cuando cumplen un mes y medio, los patrones de sueño del niño comienzan a relaciones los ciclos de luz y oscuridad por lo que estará más predispuesto a dormir más horas durante la noche.
Por ello es importante que perciba la luz del sol y que se habitúe a los ruidos de la casa durante la siesta para que sepa cuando es de día. Por otra parte si existe un silencio total mientras el niño está durmiendo, cualquier pequeño ruido le va a sobresaltar.
Dejar que llore
No tiene ningún fundamente la teoría de que hay que dejar que los niños lloren para que no se «mal acostumbren». Cuando el bebé llora se le debe coger en seguida en brazos para consolarle y para intentar averiguar que es lo que necesita y proporcionárselo. Es la manera más correcta de demostrarle que puede fiarse de sus papás y de que estarán ahí cuando les necesite.
No permitir que le cojan o le toquen
El temor a que cualquier persona pueda contagiar al pequeño si le cogen en brazos o le besan, es bastante habitual entre las madres sean primerizas o no. Pero es de sentido común saber que cuando alguien se encuentre enfermo, no se debe llevar al niño cerca de dicha persona para que no se contagie. También es normal que no se quiera que lo cojan los desconocidos, pero si la personan es lo suficientemente sensata, no se ofenderá por ello.