La pregorexia o también conocida como anorexia de la mujer embarazada, es un trastorno en la conducta alimentaria que todavía no se conoce demasiado aunque sus consecuencias pueden resultar muy graves tanto para el feto como para la madre.
¿Qué es?
Es una enfermedad psiquiátrica que pueden padecer las mujeres que están embarazadas y que no aceptan su aumento de peso debido a la gestación y por consiguiente intentan, con diferentes medios, evitarlo. Para conseguir este objetivo, utilizan herramientas para reducir su ingesta de calorías a base de dietas hipocalóricas que resultan muy restrictivas, a lo que unen en ocasiones, prácticas purgativas como por ejemplo el vómito o una actividad física muy excesiva.
La gran parte de las mujeres que sufren este trastorno, vienen de padecer ya algún otro trastorno en la conducta alimentaria como bulimia o anorexia nerviosa.
Cuanto antes se consiga detectar, diagnosticar y tratar la pregorexia, mejor va a ser su pronóstico y con mayor facilidad se van a poder minimizar sus consecuencias, ya que esta situación, entre otras cosas, convierte este momento en un embarazo de riesgo, puesto que mientras la madre va perdiendo peso, el feto no está creciendo de manera correcta ya que le faltan los nutrientes esenciales para poder desarrollarse.
Para tratar este problema durante la gestación va a ser necesario un equipo especializada en este tipo de alteraciones en el que debe estar incluido un psiquiatra, un obstetra, un psicólogo, un nutricionista, etc., para poder tratar de manera global esta situación.
Además de las propias alteraciones que tienen lugar durante la gestación, existen otros trastornos derivados de la pregorexia que pueden llegar a mantenerse más allá incluso del embarazo, como por ejemplo, la dificultad de llevar a cabo la lactancia de una manera satisfactoria y eficaz y una relación más complicada entre madre e hijo. Por otra parte, una vez ha tenido lugar el parto, la madre puede llegar a incrementar su actividad física para recuperar cuanto antes la figura.
Síntomas de la pregorexia
Las mujeres con pregorexia hacen un consumo muy bajo en kilocalorías, restringiendo las grasas o lípidos así como los hidratos de carbono, que son las fuentes principales para conseguir la energía que el organismo necesita.
Su aumento de peso es muy bajo o incluso nulo durante la gestación y no corresponde para nada con un saludable aumento de peso en un embarazo. La alimentación es tan restrictiva que puede llegar incluso a ser deficitaria en minerales y vitaminas, por lo que es probable que no se cubran las necesidades que se ven aumentadas en este período tanto para el bebé como para la madre.
Además, las mujeres afectadas por la pregorexia, intentan por todos los medios evitar el aumento de volumen del abdomen a causa del crecimiento del feto, sobre todo durante el segundo y el tercer trimestre.
La práctica de la actividad física se ve incrementada y no es por el hecho de mantenerse en forma o con una estado saludable, sino para consumir las calorías que se han tomado durante las comidas.