Todos los padres se preocupan porque sus hijos estén siempre a salvo, lo que no se consigue muchas veces ya que los niños tienen también que cometer sus propios errores, tropezarse y equivocarse.
Encerrarlos no es la solución
Encerrar a tu hijo evitará que se relacione con otros niños de su edad, y eso es una parte importante en su niñez con la que tienen que experimentar. Si no se les permite esto, pueden llegar a tener problemas graves en un futuro de socialización. Además, encerrarlos tampoco es la solución para alejarlos de los “problemas” del mundo, ya que tarde o temprano, los hijos se marcharán de casa y entonces no estaréis para protegerlos.
Y es que no se es consciente de que si se protege mucho a los más pequeños, se puede conseguir que se encuentren incapacitados para afrontar las circunstancias que tarde o temprano les abordarán a lo largo de su vida.
Los hijos y las relaciones
Cada vez que encierras a tu hijo en casa estás evitando que aprendan a solucionar sus problemas así como a resolver situaciones por él mismo. Además todo esto puede conseguir que se rebele ante unas normas a las que nunca ha tenido que enfrentarse al encontrarse dentro de una burbuja.
Tampoco aprenderán a regular emociones como el enfado o la ira ya que lo consiguen cuando interactúan con otros niños. Igualmente evitarás que sean independientes por lo que en el momento en que esto suceda se encontrarán desvalido. Por último, conseguirás que no sean nada responsables ya que no serán conscientes de que hay que aceptar los errores que hayan cometido.
Permitir que los niños sean felices
En el momento en que crezcan y sean capaces de darse cuenta de las carencias que tienen por culpa del encierro al que han sido sometidos, dejarán de ser felices, algo que les frustrará puesto que no ha sido un error que ellos han cometido.
Las discusiones, las equivocaciones y los problemas a los que se encontrarán expuestos no los va a debilitar, todo lo contrario, los va a hacer personas más fuertes y más preparadas para poder lidiar con cualquier situación.
Es imprescindible también que aprendan a hacer amigos, para poder desarrollar diferentes habilidades que les van a ayudar a interacciones posteriores con sus profesores, compañeros de trabajo, jefes, etc.
Muchas veces pensamos que protegerlos es algo positivo pero no nos estamos dando cuenta de que esto lo único que les provoca es una mayor vulnerabilidad. Cometer errores, fallar, equivocarse, es lo que nos permite a todos aprender y tenemos que experimentar por nuestra cuenta y cuento antes, mucho mejor. Permite a tu hijo experimentar, aprender, vivir y disfrutar y plantéate si son tus propios miedos los que te están llevando a ese afán de super protección con tu hijo que en ningún caso le permitirá crecer como persona.