La estomatitis es una infección viral que provoca inflamación y úlceras en la boca, siendo diferentes de las aftas, ya que éstas últimas están causadas por un virus. La estomatits está causada por el virus del herpes simple y los niños pequeños suelen contraerlo cuando son expuestos por primera vez a dicho virus, normalmente en las guarderías. El primer brote es el más intenso generalmente y se propaga muy fácilmente de un niño a otro, siendo una dolencia muy frecuente entre los pequeños especialmente a partir de los ocho meses.
Síntomas
Después de dos o cinco días del contacto con esta infección, el niño comenzará a sufrir algunos síntomas como por ejemplo fiebre, que puede aparecer un par de días antes de las úlceras y de las ampollas. También se le pueden inflamar las encías, babear más de lo habitual y tener dificultad para tragar.
Alimentar a un niño con estomatitis
Como el niño va a sentir dolor a la hora de comer, es muy importante variar su alimentación un poco, evitando los alimentos más picantes, como por ejemplo frutas aplastadas o alimentos fríos como el helado o el yogur.
También hay un gran riesgo de deshidratación del niño, ya que rechazará el agua al sentir dolor al beberla. Por eso hay que estar muy atentos y animarles a que tomen los líquidos suficientes durante dicho periodo además de agua. No hay que dudar en darles zumos que no sean ácidos, para evitar que les escueza la boca.
Prevención de la estomatitis
Esta infección es bastante común en las temporadas de otoño y de invierno, ya que durante este período las ventanas y las puertas están cerradas durante bastante más tiempo que en el resto del año, lo que facilita la propagación de este virus. Por eso resulta tan importante mantener cualquier ambiente muy bien ventilado así como limpio en cualquier época del año.
Otra manera de prevenir esta enfermedad es evitar estar cerca de las personas que están infectadas, siendo la indicación más apropiada que los niños que presentan estos síntomas o que hayan sido diagnosticados con esta enfermedad, permanezcan en sus casas durante el período de riesgo de contagio que suele ser entre una semana y diez días.
Es muy importante recordar y aconsejar el hecho de lavarse las manos muy frecuentemente, tanto si tienen la enfermedad como si no. Además hay que desinfectar con mucho cuidado los objetos que el niño se suele llevar a la boca como los juguetes o los chupetes y por supuesto, no compartirlos con otros niños, así como los vasos, platos o cubiertos. De esta manera además de prevenir la propagación de este virus, se evitará que se contagien cualquier otro tipo de infección.
Esta es una regla que debe perdurar en el tiempo, y no solamente cuando el niño se encuentre infectado por estomatitis, ya que se pueden evitar numerosas enfermedades transmitidas con el uso común de juguetes o de cualquier otro utensilio.