Es una enfermedad de la piel inflamatoria crónica que se manifiesta en ésta con la aparición de escamas, con picor y con enrojecimiento.
Psoriasis
Una epidermis sana se renueva cada 28 días aproximadamente, en cambio la piel de una persona que tiene psoriasis lo hace siete veces más rápido lo que produce picazón, escamas y enrojecimiento en las zonas afectadas.
Aunque no es contagiosa y no conlleva riesgos para la salud, lo cierto es que solamente se pueden tratar los síntomas pero no las causas de la enfermedad lo que conlleva que los pacientes afectados experimenten altibajos continuamente. Es normal que pasen largas temporadas sin tener ningún síntoma, aunque tienen que contar que en cualquier momento pueden aparecer. Lo bueno es que la psoriasis se desencadena por factores externos con frecuencia, por lo que si el paciente conoce cuáles son éstos, puede aprender a prevenirlos y a evitar nuevos brotes.
Causas de la psoriasis
Aunque no están totalmente claras, lo que sí se sabe es que existe una predisposición genética y que se transmite de padres a hijos, pero todavía no se sabe cómo. Lo que es cierto es que son los factores externos los que conducen al brote y son ellos también los principales responsables de posteriores recaídas.
Algunos de los factores desencadenantes pueden ser enfermedades como amigdalitis o infecciones de oído, así como quemaduras solares o irritaciones en la piel por llevar roja muy ajustada.
También tiene una influencia psicológica ya que las recaídas son a menudo provocadas por el estrés y ansiedad. Durante la pubertad o embarazo puede aparecer igualmente debido a los desequilibrios hormonales y a los trastornos metabólicos.
En principio son los factores externos los que conducen a un nuevo brote y son los principales responsables de las recaídas posteriores. Por ello es muy importante detectar lo antes posible cuáles son estos factores detonantes en cada paciente.
Ciertas sustancias químicas y medicamentos tienen ingredientes que pueden llegar a la piel mediante su aplicación en gel o en crema y que pueden provocar el brote de la psoriasis, al igual que un estilo de vida poco saludable.
Síntomas de la psoriasis
Los síntomas comunes son piel enrojecida e irritada, escamas en la piel de color blanco o plateado y picor abundante.
Normalmente suele manifestarse en algunas partes del cuerpo como los codos, las rodillas o el cuero cabelludo ya que en estas zonas no existen glándulas sebáceas y la piel se seca mucho más rápido. En las uñas de los pies y de las manos, la psoriasis se presenta en forma de hendiduras o de surcos y con manchas amarillas.
En los niños suele manifestarse en las palmas de la mano, en las nalgas o en el rostro. Puede llegar a ser difícil de diagnosticar ya que puede parecer una infección por hongos o una dermatitis atópica. Hay que sospechar que es una psoriasis cuando las áreas inflamadas se distinguen claramente de la piel sana y cuando las escamas se pueden quitar muy fácilmente con las uñas.
