La melancolía pospoarto la atraviesan muchas mujeres, es algo normal, algo con lo que deben lidiar, pero también deben ser fuertes para que esa melancolía no afecte al bebé. Pero no te preocupes que aquí hay algunos consejos que pueden servirte.
De siete a diez días después de entregar a tu bebé, casi el 80% de las mujeres pasan por una fase emocional en su vida. Esta fase hace llorar, sentirse de mal humor, cansadas y deprimidas. Todos estos síntomas son el de la melancolía de la maternidad o lo que se llama «tristeza de la maternidad ‘o’ depresión puerperal».
Aunque los primeros días después del parto parece eufórico, unos días más tarde, las mujeres tienden a sentir lástima por sí mismas, como también experimentan sentimientos de ansiedad, llanto, irritabilidad y nerviosismo.
También se sienten muy cansadas, débiles y notan la falta de sueño. Las causas de depresión posparto son tanto físicas como psicológicas. Sin embargo, la razón más importante detrás de la melancolía de la maternidad son las hormonas que reducen su funcionamiento después del parto.
La reducción de la actividad de las hormonas y de cambio en los niveles hormonales tienden a hacer que la madre se sienta deprimida y nerviosa. Además, los desafíos físicos y laborales que una mujer pasa a través del tiempo ofrece a su bebé que se sienta fatigado.
El proceso del parto es una cuestión de unas pocas horas hasta unos pocos días, pero la transición de una mujer de ser «sólo una mujer de ser una madre responsable» a una más grande, y uno más difícil de manejar. Además, las mujeres toman algún tiempo para adaptarse al bebé, a la nueva rutina, y también se preocupan por el bienestar de sus recién nacidos. Como resultado, tienden a experimentar melancolía.
Ahora viene la pregunta del millón. ¿Cómo lidiar con tantas cosas y aún así tener una vida maravillosa? Bueno, tan dura como lo es para experimentar depresión posparto, la más simple son sus soluciones. Lo primero y más importante es que las nuevas madres tienen que enfrentar y aceptarse a sí mismas.
Enfrentar sus sentimientos y actuar de acuerdo a sus instintos, esta cosa es más simple y se puede hacer. Por ejemplo, si sienten ganas de llorar, hay que llorar con el corazón. Se debe ventilar sus sentimientos de ansiedad, la frustración y el estrés. Para ello, se puede necesitar la ayuda de sus maridos, padres, amigos y conocidos.
Es la familia y el deber de los amigos de pie por la nueva mamá y ayudarla a salir de ella. En segundo lugar, estas nuevas madres necesitan para poner el sueño y la salud en su lista de prioridades después de las necesidades del bebé. Muy a menudo, las madres tienden a olvidarse de cuidar de sí mismas, mientras que el cuidado del bebé, tanto es así que incluso cuando el angelito está disfrutando de un sueño maravilloso, estas madres tienden a acariciar a su bebé o lavar su ropa o manejar otras tareas.
En esos momentos, por el contrario, se espera que dormir, o al menos tomar siestas cortas. Esto le ayudará a recuperar la energía que han perdido. Comer la materia del alimento también ayuda. Las nuevas mamás deben tener alimentos nutritivos que no sólo son buenos para el bebé sino también por su propio bienestar.
Por último, pero no menos importante, tratar con melancolía la maternidad es muy similar al tratamiento de la depresión leve. En ambos casos, una persona se siente bajo y abatido. La mejor manera de manejar esta situación es pensar muy bien de uno mismo y amarse a sí mismo hasta la médula.
Las nuevas madres deben entender el hecho de que hayan dado a luz a otro ser vivo y que es el milagro más grande que podían hacer. Ellas deben las gracias por haber hecho este milagro y se deben sentir orgullosas de sí mismas. Deben disfrutar de su vida como ellas quieren, hablar con la gente, salir a caminar al parque más cercano (sólo con el asesoramiento de un profesional médico) y tener un tiempo maravilloso con el bebé.