Alimentación embarazo y montaña

cam1Descubre algunos consejos para alimentarte correctamente durante el verano en función de los ritmos de vida que lleves y del clima del lugar donde hayas decidido pasar tus vacaciones.

Embutidos

El apetito que estimula la altitud puede llevar a exagerar con la cantidad de alimentos calóricos y grasos ingeridos que no son nada adecuados para las mujeres embrazadas. Los embutidos por ejemplo, aunque resultan muy prácticos no son la mejor alimentación si estás esperando un bebé ya que aportan mucha grasa y mucha sal por regla general y si encima están curados, contienen nitritos y nitratos, ambos conservantes que deben reducirse todo lo posible durante el embarazo. Resumiendo, los embutidos pueden consumirse un par de veces por semana pero nada más, y eligiendo los más magros como por ejemplo el jamón o el lomo embuchado. Por otra parte, si no se es inmune a la toxoplasmosis, se debe renunciar a todos los productos de charcutería crudos y limitarse a la mortadela o al jamón cocido.

Por carne

Las barbacoas en el campo de carne suelen ser un ritual durante los veranos, pero no debe convertirse en una costumbre para las embarazadas ya que durante la cocción de los alimentos sobre el fuego directo, se liberan algunas sustancias que son nocivas en el humo que se llegan a depositar en la superficie de los alimentos. Por otra parte el calor tiende a carbonizar las partes más superficiales de los alimentos lo que hace que se formen compuestos tóxicos. No obstante, estos riesgos se pueden reducir si se siguen algunas precauciones como por ejemplo marinar la carne en vino blanco, en aceite y en hierbas aromáticas ya que reduce hasta el un 90% la formación de las sustancias tóxicas. Igualmente se debe reducir el consumo de las partes quemadas y negras y dispones la parrilla al lado de las brasas para cocinas, no encima de ellas.

Cuidado con los quesos

Otro alimento que se ha convertido en un imprescindible en la mesa de la montaña, es el queso que también resulta muy práctico. Pero este alimento proporciona mucha cantidad de grasa y de calorías, además de mucha sal. Hay que tener especial cuidado con los quesos “caseros”, es decir, los que se venden en las granjas directamente, ya que resultan excelentes de sabor, pero pueden constituir un peligro durante el período de gestación, ya que pueden contener una bacteria conocida como listeria, que en condiciones normales no crea ningún tipo de problema, pero que puede llegar a resultar peligrosa si se está esperando un bebé. Por consiguiente, es mejor optar por la seguridad que ofrecen los productos envasados que se venden en los pueblos de montaña, donde están más controladas las condiciones higiénicas.

Tesoros del bosque

Pero algo que no debería faltar en la alimentación de una mujer embarazada que está de vacaciones en el campo, son los frutos del bosque. Así por ejemplo el arándano, cuenta con una enorme cantidad de antocianos que ayuda con los problemas de fragilidad del cabello, algo que suele sucedes durante los últimos meses del embarazo. Por otra parte las moras mejora el consumo de los azúcares y las frambuesas aportan muchos antioxidantes. Las grosellas por su parte contienen una gran cantidad de vitamina C.