Para lograr prepararse de la mejor manera cuando llegue el momento del parto, es necesario que la futura mamá se informe correctamente en qué consiste el trabajo del parto. Con las siguientes recomendaciones y datos sobre las diferentes etapas, cuando llegue el momento es seguro que se vivirá con mayor tranquilidad.
Fases del trabajo de parto
La primera etapa se caracteriza por la dilatación producida en el cuello del útero para que el bebé pueda pasar mejor por el canal del parto. Por regla general, esta fase empieza cuando la madre empieza a experimentar unas contracciones regulares y el cuello del útero se consigue dilatar hasta unos diez centímetros.
La segunda etapa comienza cuando el cuello del útero ya está dilatado completamente y finaliza en el momento en que el bebé nació. En esta fase la mamá se encarga de empujar hasta que el bebé nace.
La tercera fase, llamada también de alumbramiento, comienza una vez que el bebé ha nacido y la madre comienza a expulsar los tejidos y la placenta, completándose cuando ésta última es expulsada totalmente.
Características de cada fase
La primera fase suele ocurrir entre la semana número treinta y siete y la semana número cuarenta y dos del embarazo. Se piensa que el inicio del trabajo del parto viene causado por factores hormonales o bien cuando el útero ha llegado a su distensión máxima.
En esta etapa la mamá comienza con las contracciones que pueden durar hasta sesenta segundos y que se van volviendo cada vez bastante más frecuentes según va avanzando el momento del parto. También se libera el tapón mucoso, pudiendo llegar esta fase a durar entre seis y doce horas, lo que provoca un enorme cansancio en la madre por los dolores que causan dichas contracciones.
En la segunda fase las contracciones se van volviendo más dolorosas y mucho más fracuentes, pudiendo sentirse una fuerte presión en la vejiga y en el recto debido al paso del bebé por la vagina. En este momento es el doctor quién debe comprobar si el cuello uterino ya se ha dilatado por completo y dará a la mamá las instrucciones necesarias para que respire lo mejor posible mientras empuja para sacar al bebé. Esta fase finaliza con el nacimiento de éste.
Por último, en la tercera fase en la que el bebé ya se encuentra dentro del vientre de la madre, ésta debe comenzar a liberar su placenta, algo que puede ocurrir de una manera totalmente natural, expulsándola después de quince minutos o de cuarenta y cinco minutos incluso después del parto del bebé, o de una manera artificial. En este último caso se expulsarán los tejidos con la ayuda de una inyección que hará que el útero se contraiga. Sea la manera que sea en la que sen expulsado, el médico comprobará que hayan salido la totalidad de dichos tejidos mediante una revisión uterina.
¿Qué sucede después de estas tres fases?
El doctor tendrá que revisar el perineo y la vagina de la madre para comprobar si existe algún desgaroo y necesita algunos puntos de sutura.
Después de que el pediatra haya revisado al recién nacido para comprobar que se encuentra sano, será entregado a su madre y ésta será monotorizada para comprobar que la recuperación es correcta y que no ha sufrido pérdidas de sangre anormales.