En la antigüedad la mujer embarazada era muy cuidada y su estado era sumamente respetado, inclusive en algunas tribus se ofrecían ceremonias especiales con sesiones de masajes, ejercicios y relajación, además de todo aquello que servía para lograr una gestación tranquila y dar a luz sin sufrimientos innecesarios. Este tipo de proceso ha sido rescatado de esas antiguas costumbres y hoy se refleja en la llamada psicoprofiláctica.
Históricamente en tiempos prehispánicos el embarazo era objeto de culto y se lo consideraba como algo sagrado por ello, las mujeres embarazadas gozaban de una serie de cuidados especiales y privilegios, con visitas frecuentes y el asesoramiento de una partera quien se ocupaba de darles consejos para el desarrollo del futuro bebé.
Estas mujeres también recibían educación y las tranquilizaban haciéndoles ver el parto como una experiencia satisfactoria que no debía vivirse como algo doloroso. También era común realizar una serie de rituales para mantenerse en óptimas condiciones ofreciéndose fiestas y banquetas en su honor.
Llegado el momento del parto la partera era la persona encargada de recibir al niño y lo hacía con frases dulces y tiernas todo el tiempo sobre todo cuando cortaba el cordón umbilical, atendía a la madre y también bañaba al bebe siempre invocando la protección de los dioses para su cuidado.
En la medicina actual muchos instructores en profilaxias toman estos aspectos y rituales antiguos y la trasladan a las futuras madres brindándoles sus conocimientos sobre la gestación, parte y cuál es la mejor forma de manejar el dolor y también la ansiedad después del alumbramiento. Este método es excelente sobre todo para madres primerizas que tienen mayores temores y dudas.
El parto no debe ser algo doloroso, existen muchas mujeres que han tenido a sus hijos sin sufrir dolores insoportables en tanto que otras sufren durante el nacimiento muchos dolores. Según muchos especialistas el dolor se asocia al estado emocional, ya que se ha demostrado que cuando una madre está muy nerviosa, ansiosa o cansada siempre sentirá mayores molestias en el parto y sobre todo cuando se presentan las contracciones.
Las mujeres que sufren durante el parto por lo general les ocurre porque sienten temor y esto también es algo que se ha dado por el dicho de los otros que aseguran que el parto es doloroso. Todas estas cuestiones no hacen más que favorecer la condición de una sensación dolorosa.
Una buena preparación psicoprofiláctica le brinda a la mujer conocimientos elementales de su propia anatomía y fisiología como también la manera en que se desarrolla el parto, síntomas etc., también se completa esto con ejercicios respiratorios y de relajación como también ejercicios musculares.
La relajación permite un manejo más adecuado de la tensión y el estrés además de mejorar el sueño y llegado el momento de las contracciones, los ejercicios de relajación junto con una respiración adecuada permiten un mejor control en ese momento.
El parto psicoprofiláctico, es muy ventajoso ya que el parto se hace más sencillo, la madre sabe que hacer, como respirar y relajarse evitando muchas veces los anestésicos.
Foto vía:natural-pregnancy