Si hacemos que nuestros hijos interactúen con el entorno natural, tendremos niños sanos y felices.
La naturaleza es uno de los mejores entornos para descansar en familia. En ocasiones cuesta programar una salida y llegar a hacerla. Nos parece mejor no movernos de la ciudad o incluso pensamos que en casa podemos llegar a descansar tanto o más que con una ruta de senderismo, o una visita a un pintoresco lugar.
Podemos decir que la cultura moderna nos hace sedentarios y tendemos a retrasar esfuerzos. Nos imaginamos que una hacer una excursión en familia es un plus que no nos lo podemos permitir. Hay que huir de las excusas fáciles: que estamos en invierno, que llueve, que hoy no nos viene bien, que estamos muy cansados…
Tenemos la experiencia que cuando salimos decimos al volver: esto tenemos que hacerlo más veces. ¡Qué bien nos ha venido a todos! En ese momento es uno de los más adecuados para programar salidas cada mes con un simple: ¿y el mes que viene a dónde vamos?
Cambiar de paisaje ayuda inmensamente. La rutina nos agrede y nos daña por dentro. Aunque no nos demos cuenta nos hacemos más vulnerables, y estamos más propensos al enfado. El contacto con la naturaleza nos serena y nos calma, imprime en nuestro interior imágenes diferentes de las habituales y eso puede ser una fuente de paz durante la semana: por ejemplo, recordar la maravillosa puesta de sol que vimos, o la espectacular vista desde una montaña. Estos parones nos permiten enviar a la papelera asuntos que no eran tan importantes, para los que necesitábamos un poco de distancia y hace que minimicemos problemas reales que nos pesan y de los que no podemos desentendernos.
También nos aporta temas nuevos de conversación y sobre todo nos hace divertirnos juntos. Durante la semana el trabajo, el colegio, las obligaciones familiares nos impiden detenernos unos con otros, y nos obligan con sus horarios a llevar un ritmo. Ese ritmo en una excursión se rompe y eso es bueno.
Incluso el modo de vestir es más desenfadado, tanto los niños como los mayores no tienen que estar tan pendientes de tener cuidado y eso es una tensión menos. Por ejemplo para la ejecutiva que tiene que estar gran parte del día sobre unos zapatos de tacón o para un empresario que ha de cuidar especialmente su aspecto externo, porque es la imagen de su empresa.
Los niños disfrutan porque ven a sus padres sin tensiones y así les pueden prestar más atención. Si el plan se les cuenta con antelación siempre será un aliciente durante la semana. Une a la familia, ya que es un plan de todos y eso sale en cualquier momento porque los niños preguntarán si pueden llevar esto o lo otro, si está cerca o lejos… Y enseñarán a otras familias a hacer familia, ya que los niños lo contarán a sus amigos e incluso puede que otras familias amigas se unan al plan y resulte todavía más divertido.
No hace falta hacer excursiones muy largas para encontrar sitios maravillosos. Seguramente cerca de nosotros hay un montón de lugares esperándonos.