Recibir los rayos solares en la etapa del embarazo es necesario y esta respaldado por los pediatras y médicos ya que coinciden en que son necesarios para asegurar el correcto desarrollo y funcionamiento de los ojos, mientras que el bebé crece en el vientre de su madre. Si, es bastante necesario, pues según un estudio, se está corriendo el peligro de que si una madre no tima suficiente sol durante esta etapa, el bebé pueda nacer con algunos problemas o deficiencias en sus ojos. No quiere decir que tengan que estar expuestas a los rayos directos y quemarse, solo es tomar algunos minutos de sol diario y listo.
Lo que sucede es que hay elementos como fotones que entran al cuerpo de la madre cuando esta toma el sol. Estos elementos son benéficos para el desarrollo del globo ocular y muchos de sus venas y ramificaciones para una correcta visión y todo se debe a que como el ojo está expuesto a una fuente de luz, empezara a cumplir sus funciones desde antes de nacer y así asegurar un seguro y correcto funcionamiento.
Antes los médicos no prestaban una atención especial al desarrollo vascular de los ojos y se pasaban por alto las deficiencias de luz. Por esta razón, era que muchos bebes nacían con ceguera o una visión no muy clara. Incluso, había un degeneramiento en la retina o partes esenciales del ojo y debían someterse a costosos y largos tratamientos que eran realmente incómodos para un bebé.
La luz solar también provee o activa una proteína llamada melanopsina, liberada en el bebe y no en la madre y que interviene directamente en el proceso de los vasos y la estructura de los ojos del bebé. Hay algunas enfermedades que producen un crecimiento excesivo en estos mismos vasos y produce un taponamiento interno, generando ceguera total o parcial. El problema es que esto no se notará inmediatamente, pues un bebé tendrá que superar por lo menos los 4 o 6 meses para que los padres o el médico se den cuenta que su sentido de la vista no funciona bien.