Los niños cambian sus dientes de leche aproximadamente hacia los 7 u 8 años de edad y aunque muchos se emocionan por el regalo que generalmente hay debajo de su almohada por ser su primer diente pero también deben haber ciertos cuidados para que este cambio sea fácil para los pequeños. En todos los niños el orden es generalizado y la muda de dientes empieza aproximadamente hacia los cinco o seis años. Los dientes en caerse que son comúnmente llamados dientes de leche, inicialmente son solo 20 piezas que son empujadas por los dientes definitivos y expulsados de su lugar habitual. Los primeros en caer son aquellos que nacieron cuando tenían cerca de un año o menos, es decir o dientes inferiores. Después desaparecen los dientes superiores y finalmente empiezan a nacer las muelas que no desprenden dientes de leche e n su totalidad sino que algunas nacen y ocupan espacio hacia atrás de la boca, pero esto ocurre cerca de los 12 o 13 años.
Muchos padres al ver que un diente empieza a aflojarse cometen el error de moverlo y forzarlo a que se caiga e incluso halarlo con un trozo de seda dental o hilo pero lo mejor esperar a que el caiga por si mismo pues puede cambiar el tiempo en el que se desprende y finalmente cae. A veces cuando ya está casi a punto de caer es bueno que los niños lo halen por si mismos pues saben que no les duele y la caída será rápida. Los dientes definitivos son de mayor tamaño que los de leche y esto se evidencia porque la mayoría de niños tienen separaciones entre los primeros dientes, la cual desaparece cuando nacen los dientes finales. El problema es que estos dientes salen como quieren, donde se les da el espacio y por ello muchos se ven torcidos o montados y es cuando se deben empezar tratamientos odontológicos y de ortodoncia para dejarlos derechos aunque en muchos casos con la salida de la totalidad de las piezas dentales, se llenan todos los espacios y se acomodan y enderezan por si solos.
Cuando se cae el primero diente para todos los niños puede ser un motivo de alegría por la idea que se maneja que el Ratón Pérez traerá un regalo a cambio de este dientecito y aunque para muchos es algo extraño por la sensación y la apariencia, también es divertido. Los padres deben tener ciertos cuidados cuando faltan muchos dientes, pues es notorio que no se puede comer con la misma facilidad de antes y es posible que algunos alimentos deban ser picados o mas cocinados y que sean suaves y fáciles de consumir.
También hay que tener cuidado con las caídas o golpes que muchas veces hacen que los dientes aunque no se vayan a caer o aun no estén flojos, estos impactos hacen que se caigan pero pueden haber daños en las encías o en las raíces de los dientes. Hay ocasiones en las cuales el dienten o se cae sino que se incrusta en la encía haciendo que el diente definitivo no pueda nacer o salga por un camino desviado, entonces es mejor visitar a un odontólogo.