Los biberones -hablamos de la que están hechas de plástico- pueden provocar efectos nocivos en la salud del niño si no son utilizadas correctamente. Cuando se calienta o entra en contacto con un líquido muy caliente, el plástico puede despedir bisfenol A, una sustancia tóxica.
Según los especialistas, si bien no se puede determinar cuáles son todas las consecuencias que puede acarrear el bisfenol A, lo más probable es que actúe como agente cancerígeno. Eso lo señalan algunos estudios.
Lo fundamental es no calentar la leche (o cualquier otro líquido) en el biberón (y mucho menos en microondas). Tampoco volcar en el envase alguna sustancia muy caliente. Debe hacerse una vez que esté tibia.
En general el plástico (también las botellas o hasta el que se encuentra en el interior de los autos) cuando se calienta despide sustancias tóxicas. Por ejemplo, cuando un auto estuvo bajo el sol se recomienda que antes de subir se lo ventile. Justamente por lo mismo.
Algunos biberones llevan impresas en las cajas que vienen libres de fenoles, pero en realidad poseen menos cantidad. Nunca estarán libres 100%. Aunque es difícil de comprobar, muchas de las enfermedades que se están registrando en los niños y jóvenes derivan de la exposición a los derivados del petróleo, en este caso el plástico, advierten algunos estudios.
Consejos para recordar:
– Es muy nocivo colocar la leche y calentar el biberón dentro del microondas. Lo correcto es calentar el líquido por aparte, dejarlo entibiar y luego volcarlo.
– Esterilizar. Tampoco hay que poner a hervir el biberón en el afán de esterilizarlo. Lo mejor es lavarlo con detergente y el cepillo especial y luego tirarle agua caliente a la tetina. Antes de colocarle la leche dejar que el biberón se enfríe.
– Al freezer. Es muy común que la mamá congele leche materna para que luego su hijo la tome. Si se lo hace, entonces es preferible que la coloque en recipientes de vidrio. Para descongelar hay que bajarla a la heladera.
– Preparación. Si preparas fórmula en polvo, utiliza el agua hervida, entíbiala hasta unos 70º C, colócala en una biberón limpio y añade la cantidad de leche en polvo (número de cucharadas). Agita enérgicamente y enfría hasta una temperatura adecuada para beber (prueba en el dorso de la mano).
– El tiempo. Minimiza el tiempo entre la preparación y su administración. Desecha todo preparado que no se haya utilizado en un plazo de dos horas. No recalientes el líquido que tu hijo probó, pero no se lo tomó.
– Descartar. Desecha los restos de leche que hayan quedado en la biberón, lávala minuciosamente y esterilízala nuevamente.
– La temperatura. Si por algún motivo debiera prepararse un biberón con mucha anticipación a la ingesta, tienes que asegurarte de que permanezca refrigerado (a temperaturas menores de 5º C) hasta el momento de su consumo.
– Vencimientos. Cuando compres las latas de fórmula infantil considera, al elegir el tamaño del envase, que es conveniente consumir el producto en su totalidad antes de los 30 días de abierto. Verifica que el producto no se encuentre vencido.