Todas aquellas personas con tasas de glucosa más altas de lo normal en sangre, deben planificar muy bien su alimentación y controlar el abuso de dulces. Para ello bastará con seguir unas sencillas pautas con los menús con los que se conseguirá mantener estables los niveles de azúcar.
Salvado de avena y canela
Para todos aquellos que tengan que salir de celebración y tengan problemas con la glucosa, se aconseja tomar una cucharada de salvado de avena junto con un vaso de zumo de tomate o con un yogur desnatado con lo que se conseguirá controlar el apetito y por tanto frenar el paso del azúcar de los alimentos que se ingieren al torrente de sangre, con lo que se reduce de una manera considerable el riesgo de una subida de azúcar.
Cuando haya terminado la celebración nada mejor que tomar una infusión con una rama de canela que además de conseguir reducir el ansia por los postres dulces, ayuda a bajar los niveles de azúcar en sangre. La canela puede mezclarse con té de cualquier tipo, ya sea rojo, blanco o negro pero lo más recomendable es hacerlo con hojas de arándanos, planta muy preciada sobre todo para los casos de diabetes incipiente.
Pan integral con nueces y lombarda
El cromo es un mineral que ayuda a controlar los niveles de glucosa y potencia la insulina y el consumo de pan blanco disminuye las reservas de este mineral, por lo que se aconseja acompañar las comidas de un trozo de pan integral con nueces que además cuenta con una fibra que ayuda a prevenir las bruscas subidas de azúcar ya que frena la velocidad con la que se absorben los azúcares.
Sustituir acompañamientos de plato como patatas asadas, por un poco de lombarda con manzana, no sólo permitirá que los niveles de glucosa se mantengan a raya sino que además ayudará a prevenir el aumento del colesterol. La lombarda y la manzana son muy ricas en una fibra que frena la absorción de los azúcares así como las grasas de los alimentos con los que se pueden combinar.
Jengibre y bebidas aptas para diabéticos
Introducir el jengibre en los menús diarios se convertirá en todo un acierto ya que este ingrediente, aparte de ser muy digestivo y que aporta a los platos un sabor muy peculiar entre picante y dulce, también ayuda a reducir los niveles de glucosa en sangre. Usarlo como aperitivo, por ejemplo en un delicioso consomé, en los postres o en la sobremesa edulcorando un delicioso té, son algunas de las mejores opciones para beneficiarse de sus propiedades.
Para todas las personas diabéticas la bebida más recomendable es el agua o un refresco light aunque también se puede añadir al menú un vaso de vino tinto, ya que es la bebida alcohólica que menos azúcar contiene frente a la cerveza o el vino blanco. La sidra, el mosto, los licores o el vermut no deben probarse en ningún caso ya que su alto contenido en azúcares los convierten en una bomba de relojería para los diabéticos.