Aquí te presentamos unos ejercicios esenciales para madres que dedican su vida entera al cuidado de sus hijos o están cercanas a dar a luz. Con ellos podremos mantenernos en un excelente estado físico y aumentar nuestras energías para el cuidado de los niños.
Nuestros hijos requieren de un cuidado y esfuerzo continuo, las 24 horas del día, los siete días de la semana y los 12 meses del año. Aunque suene exagerado, realmente ellos requieren nuestra permanente atención.
Pero nuestro cuerpo también necesita tiempo y dedicación para repararse a sí mismo. A partir de entrenamientos especializados las madres podemos encontrar un espacio entre nuestras ocupaciones para ser saludables. El ejercicio no tiene por qué ser doloroso, lento y agotador, sólo debe ser parte de una rutina regular, si es posible, de aplicación diaria, por lo menos tres veces a la semana.
Para empezar con nuestra preparación física mientras cuidamos a nuestros hijos, deberemos partir por dejar la pereza de lado. Por ejemplo, la próxima vez que estemos haciendo un mandado o salgamos a jugar con nuestro hijo, pensemos en cómo podemos incrementar nuestra actividad física. Podemos caminar a la tienda en vez de conducir. También existe la posibilidad de que utilicemos las escaleras en lugar del elevador. Hacer estos pequeños ajustes en nuestra rutina diaria lo que nos dará un mejor estado físico y psicológico.
La más básica de las actividades humanas es caminar, también una de las más saludables y fáciles de realizar. Si somos madres con un bebé en brazos, para salir a a caminar sólo debemos poner a nuestro bebé en un cabestrillo o salir con él en un cochecito, así será posible dar un muy buen paseo en un parque o cerca de casa. Consigamos un buen par de zapatos para caminar y llevemos siempre una botella de agua para rehidratarnos. Tratemos también de encontrar un camino de tierra u otra superficie blanda para caminar, esto minimiza el impacto en las rodillas. Comencemos con una caminata a paso ligero durante 15 minutos, de tres a cinco veces a la semana, tratando de aumentar esta frecuencia en cada semana de trabajo.
Por otro lado, para muchas madres es necesario unirse a un grupo de ejercicios, esto genera mayor motivación en ellas. De esta manera, podemos encontrar un gimnasio local, un grupo o una clase de ejercicio. Además, unirse a una clase rompe la rutina y nos ofrece una muy buena excusa, para sacar un tiempo significativo para nosotras mismas. También podemos ser partícipe de juegos y deportes de alta resistencia, como el tenis, la natación, los aeróbicos acuático en el verano u otras actividades de acuerdo a la temporada del año en que nos encontremos.
Al igual que nosotras, nuestros hijos deben entrar también en una rutina regular de ejercicio. Después de todo, adquirir fuerza y forma física facilitará la vida de nuestros hijos en un futuro, más si se le crea una conciencia saludable al niño desde pequeño. Pero también es absolutamente importante para la madre estar saludable, de no ser así, ¿quién se hará cargo de la familia? Por lo tanto, debemos enfocarnos en una misión se siempre tener algo de tiempo disponible para implementar una rutina diaria de ejercicios de 15 minutos, media hora o, mejor aún, un entrenamiento de una hora, por lo menos tres días a la semana. Si probablemente necesitamos a alguien para cuidar a nuestros niños, debemos hacer los arreglos pertinentes.
No lo olvidemos, siempre es absolutamente necesario dedicar un tiempo para nosotras y para mantener en buen estado nuestra salud.