La etapa oral es en la que los niños investigan y descubren todo pasándolo por sus bocas, sin discriminar entre rico y feo, bueno o malo y hasta vivo o no. El problema justamente, es que no suele ser sólo comida, sino que en muchos casos son objetos muy perjudiciales para su salud si llegaran a tragárselos, algo de lo que los pequeños no son conscientes. ¿Cuáles son los objetos a los que se debe estar muy atento?
• Una familia de elementos peligrosos es la de los productos de limpieza. La lavandina, el detergente, los perfumes para la ropa, los jabones líquidos, los desinfectantes, los productos para encerar, etc. deben estar bien guardados, si es posible bajo llave o algún tipo de traba, y nunca al alcance de los niños. Vale aclarar que a veces un adulto puede creer que el niño no llegará a determinada altura o no encontrará el aparador donde se guardan los productos de limpieza, pero a veces suelen ser muy inteligentes a la hora de salirse con la suya, y se las arreglan muy bien para llegar a donde quieren, así que a no subestimar el ingenio de los niños.
• Los alimentos que se han caído al piso o que quedaron olvidados en un rincón, y que en el transcurso de algunos minutos pueden ser tomados y metidos a la boca nuevamente por los niños son peligrosos. Esto se debe a que en el tiempo que los alimentos estuvieron en el piso pudieron ser contaminados por gérmenes que luego el niño ingerirá. En este caso la solución recomendable sería tirar a la basura estos alimentos hallados en el suelo, antes de que los descubra el niño.
• También están los diferentes objetos que podemos encontrar en la calle, como colillas de cigarrillos, cualquier basura del piso, tierra o arena contaminada de gérmenes; o en casa, como todo tipo de partes pequeñas de cosas rotas, tapitas de lapiceras, útiles escolares (gomas de borrar por ejemplo), tornillos, clavos, tuercas, botones, alfileres, ganchitos, clips, entre muchísimos otros elementos.
• Las partes de los juguetes o juegos son otro riesgo muy común. Son objetos que están alrededor de los niños constantemente, y por eso, es imprescindible controlar que estos sean los que corresponden a la edad del niño. Por eso se debe verificar en las cajas en las que vienen contenidos, la edad para la que está dirigido cada juego o juguete. Se debe tener mucho cuidado con los que vienen rellenos con bolitas, palitos o algún elemento que en el caso de que el niño lo muerda o lo rompa, pueda salirse de su interior y pueda ser ingerido.
• Los medicamentos son otra familia de elementos sumamente peligrosos para los niños. Estos deben estar siempre fuera de su alcance, y si es posible bajo llave. Se debe estar muy atento cuando es un adulto de la familia quien lo está ingiriendo, ya que en un descuido pueden ser olvidados sobre la mesa, sobre un mueble o estante, sobre las mesitas de luz, en algún cajón de baja altura o en el baño, al alcance de los pequeños.
Importante: Siempre se debe consultar al médico si un bebé o niño llegase a consumir un elemento no comestible o se sospechase que lo haya hecho. Tener a mano teléfonos útiles en caso de emergencia.