Existen personas que al notar cualquier problema de salud buscan miles de excusas para retrasar la visita al médico y esperan que el dolor se les pase porque sí o intentan calmarlo con automedicación. Tras este comportamiento es normal que se esconda un gran temor a sufrir una enfermedad.
Fobia a acudir a los hospitales
Las personas que han vivido de cerca el caso de un familiar o amigo que ha padecido una grave enfermedad o incluso ellos mismos, sienten miedo para enfrentarse de nuevo a una situación similar y por tanto rechazan un diagnóstico médico ante cualquier situación que precise la asistencia de un doctor.
Desde luego que para nadie es agradable acudir a un hospital pero es importante saber que hacerlo, en caso necesario, no tiene porque suponer una experiencia insoportable. En algunos casos la fobia que se produce, conocida como iatrofobia, provoca un miedo injustificado y desproporcionado para acudir a los hospitales o al centro de salud. Para poder superarlo es necesario, en caso de no poder hacerlo por sí mismo, buscar apoyo en tu entorno más cercano y si no funciona, pedir ayuda profesional, ya que el refuerzo de un especialista en estos temas puede ayudar a superar la fobia.
Se ha comprobado mediante estudios realizados en Harvard, que la incertidumbre que nos crea el simple pensamiento de padecer una posible enfermedad, nos crea mucha más ansiedad que saber con exactitud lo que se padece. En el momento en que se experimenta pánico, nuestro cuerpo produce una serie de estímulos en la amígdala situada en el cerebro, que si no se envía hacia el hipocampo, donde se da la orden de superar el miedo, puede quedar bloqueada provocando un estado de alerta continuo. En estos casos los síntomas que nos pueden llegar a preocupar suelen estar provocados por una alarma sin justificación y si no se afronta la situación como se debe, nuestro cuerpo sufrirá de verdad debido a la tensión a la que lo exponemos. Cerrar los ojos ante el temor de padecer cualquier tipo de enfermedad, es una actitud muy infantil que nos mantiene en un perpetuo estado de alerta y que no nos permite buscar la solución necesaria.
¿Has sufrido por culpa de alguna enfermedad?
Cuando se ha vivido una enfermedad en el pasado, ya sea propia o de algún familiar o conocido cercano, puede llegar a provocarnos un estrés de tipo postraumático que genera un miedo injustificado a volver a vivir dicha experiencia. En cualquier caso el estado de estrés intenso, la negatividad, la ansiedad o la depresión, pueden dejarnos frágiles y vulnerables lo que nos lleva a alimentar fobias entre ellas, el miedo a la enfermedad.
Para poder superarlo es muy importante pensar en positivo, ya que anticiparse a lo negativo sólo nos hará sufrir más de lo debido y si además esto hace que nos saltemos los chequeos necesarios para un buen diagnóstico, el resultado será aún peor. Mantener la mente ocupada practicando deporte o iniciando nuevos proyectos, por ejemplo, nos permitirá dejar de darles vueltas innecesarias a la cabeza y devolvernos la ilusión.