Sumar es una de los desafíos mas grandes tanto para los padres como para los hijos y es que si no encuentran el método que atraiga a los pequeños, puede resultar bastante complejo, pero jamás será imposible. 
El sumar y el restar puede ser algo sencillo y más si ese habla de poca cantidades pero no a todos los niños les es fácil aprenderlo y es un proceso que puede durar mucho tiempo y es pero si son pequeños que se distraen fácilmente, que no les gusta el colegio o que quieren estar jugando o hablando todo el día. También influye el hecho de que no sean capaces de lograrlo rápidamente, así que desisten y pierden el interés. Para los padres es una parte importante del proceso de aprendizaje y acomodación a la vida real pero si los pequeños esta rehaceos, puede ser frustrante y hasta preocupante aunque lo que deben entender es que cada niño tiene un ritmo de aprendizaje diferente y que no todos lo harán al primer día o no terminaran de hacerlo jamás.
Lo importante es que siempre haya un respaldo y apoyo de los padres, que no se pronuncien palabras como “no puedes”, “no sabes” o “eres un tonto” porque lo limitará aun más. La suma y la resta son las operaciones que más se usan en la vida cotidiana pues todo funciona a base de números, el tiempo, el dinero, el cambio del supermercado, los años, y la compra de la ropa, entre otras y es por eso que desde el jardín, este tema se convierte en uno de los temas con mayor profundización y dependiendo del tipo de enseñanza, en el más querido. En algunos años es más intensa que en otra y por lo general el grado con mayor profundización es en primero, aunque no hay que esperar que el pequeño llegue a primero para que logre sumar o restar, pues los padres pueden ir haciendo pequeños aportes para que se familiarice de a poco con el tema y empiece a encontrarle agrado, pues para la mayoría de estudiantes, las matemáticas no son muy buenas amigas.Hay ciertos consejos que pueden hacer que esta labor sea más fácil:
– Después de enseñarle los números, hay que enseñarle la cantidad de objetos que puede llegar a tener en las manos, que los cuente y sepa que numero representa la cantidad. Los deditos son un buen elemento pero también se puede ir haciendo poco a poco con el método mental.
– Una manera rápida es enseñar al niño a sumar cuando cuanta hacia adelante y que cuando empieza a retroceder ya empieza a quitar números, es decir a restar.
– Los palitos, bolitas o cualquier dibujo que quieran es uno de los mejores elementos que pueden haber, porque en medio de la anotación de cada dibujo, aprende a contar cuantos ha hecho. Después se empiezan a hacer marcas puede ser de dos en dos para que empiece a sumar de a poco y lo mismo si se trata de restar.
– Por último, el uso de abacos de colores puede llamarles mas la atencion, pues por medio del juego es mas interesante aprender.
