Durante todo el embarazo se producen cambios en el cuerpo de la mujer existiendo zonas que son más afectadas como la de los senos que además de aumentar de tamaño pueden sufrir la aparición de estrías, haciéndose más notorias las venas que se tornan de color azulado y completando el cuadro la sensibilidad se hace presente.
Es posible prevenir problemas y molestias sobre todo cuando llega el momento de la lactancia y lograrlo es solo cuestión de cuidados diarios simples que llevan poco tiempo y producen grandes beneficios.
En realidad los senos sufren alteraciones a lo largo del embarazo y desde su comienzo como el aumento de tamaño que tanto se producía los días previos a la menstruación como también cuando la gestación está en marcha. Es por ello que muchas mujeres confunden ese síntoma de embarazo con la llegada de la menstruación.
Esto se produce porque cuando la gestación comienza una acumulación de grasa se genera en los senos y como resultado las glándulas mamarias aumentan significativamente de tamaño. Es normal entonces, que a las seis semanas de gestación las mamas ya hayan crecido de forma notable y durante el transcurso de los tres primeros meses de embarazo el aumento sigue ya que el cuerpo las prepara para la lactancia.
Las estrías un problema que aparece también como consecuencia del incremento de tamaño de los senos y en muchos casos puede presentarse una picazón constante en esa zona.
Sensibilidad al tacto y un cosquilleo son otras características en esta fase del embarazo, siendo para muchas mujeres estas molestias los primeros signos que pueden sentir las mujeres en su nuevo estado. Todo esto es causado por el aumento de hormonas femeninas en el cuerpo como la prolactina, hormona lactógena placental y oxitocina.
También, en esta etapa los pechos se vuelven mucho más sensibles, se hinchan y provocan dolor. Durante los nueve meses las venas se volverán más grandes ya que el volumen de sangre aumenta hasta un cincuenta por ciento.
Las venas toman un color azulado y los pezones también sufren variaciones ya que se notan más a raíz de volverse más oscuros. Así, la superficie de las areolas se eleva y se tornan irregulares produciendo además una sustancia aceitosa que sirve para evitar que los pezones se resequen y aparezcan grietas.
La secreción de calostro aparece aún cuando puede faltar un tiempo para el momento del parto y de la lactancia.
Cabe recordar que el calostro es el líquido que nutrirá al bebé durante los primeros días después de dar a luz antes que los senos comiencen a producir leche, aproximadamente desde las 12 semanas. Se trata de un líquido espeso y de tonalidad amarilla en un principio y que luego se torna de un color más claro.
Cuidar los pechos durante la gestión es indispensable para una pronta recuperación luego del nacimiento del bebé y evita o disminuye muchas molestas que han sido ocasionados por los cambios hormonales.
Utilizar un sostén especial aliviará dolores musculares e hidratar desde el comienzo del embarazo la zona de los senos evitará la aparición de estrías manteniendo la piel más elástica.
Asimismo, evitar el uso de jabones que puedan afectar la piel de los pezones y su contorno dejando la piel seca y áspera será indispensable para que no aparezcan grietas.
La ducha diaria siempre deberá realizarse con agua templada y antes de terminar es aconsejable aplicar sobre los senos un chorro de agua fría.
Por último es importante resaltar que la lactancia no es la causa de las lesiones del tejido de las mamas sino que todo el proceso del embarazo es el causante y por ello los cuidados previos son tan importantes.
Foto Vía: Sheownyolasite