Es importante para todas las mujeres que esperan un bebé, tener conciencia acerca de la importancia de la lactancia materna. Si como es aconsejado, se piensa en amamantar al bebé, se deben tener en cuenta algunos consejos desde el principio del embarazo. Importancia de la lactancia materna
Es importante que el bebé, al nacer, tome leche materna, ya que esta facilita el establecimiento de la flora intestinal, la cual previene al infante de la proliferación de gérmenes e infecciones. Además el calastro, es decir, la leche materna que el bebé toma en los primeros días, aporta proteínas, minerales y anticuerpos procedentes de la madre. Estas son las primeras defensas que el bebé obtiene hasta que su sistema inmunológico se pone en marcha.Además, el niño obtiene una gran cantidad de beneficios nutricionales y psicológicos al beber la leche de la madre, que de otra manera jamás podría obtener.
Consejos
La lactancia materna debe ser preparada desde el embarazo, de esta manera la madre se prepara psicológicamente, al mismo tiempo que su cuerpo almacena reservas. Si las condiciones de la lactancia son óptimas, el bebé podrá disfrutar de todos los beneficios que la leche materna proporciona.
* Es aconsejable que se almacene durante el embarazo el máximo número de proteínas posibles, ya que esto permitirá una mejor secreción de la leche.
* Se debe mantener una alimentación saludable durante el período de la lactancia, para poder producir luche abundante que satisfaga todas las necesidades nutricionales del bebé.
* Es necesario partir de una buena predisposición, se debe confiar en la capacidad de una misma para amamantar al pequeño bebé.
* No es aconsejable estirar los pezones para que adopten la forma que consideramos propicia para una buena succión, ya que de esta manera se pueden lesionar las glándulas de la aureola. El baño normal y un secado suave es la mejor forma de cuidar el busto.
* Si se tienen pechos grandes, estos deben ser sujetados por debajo durante la lactancia del bebé. Si no se hace, el infante no se alimentará adecuadamente y además el pezón correrá riesgos de dañarse. La postura ideal es poner al recién nacido por debajo del brazo, estirado con la cabeza hacia adelante y con las piernas hacia la espalda de la madre, de manera que se sostenga la cabeza del bebé con una mano.
* Si se tienen pechos pequeños, se puede colocar al niño sobre un cojín o una almohada encima de las rodillas de una. Otra forma es poner al bebé verticalmente para que llegue bien al pezón.
* Para favorecer al reflejo de la succión y al aprendizaje de la alimentación, es conveniente ofrecer la toma de leche en un ambiente relajado y cómodo.
* No se debe alimentar al infante si se encuentra enfadado o llorando, porque se encontrará agitado y no se alimentará de forma correcta.
* No se debe permitir que los ruidos y movimientos distraigan al bebé de la succión de la leche materna.
* Ante cualquier duda se debe consultar al pedíatra del bebé o al propio ginecólogo u obstetra.