¿Qué necesitan el bebé y su mamá al llegar a casa del hospital?

Volver a casa puede suponer un auténtico mundo, especialmente para las madres primerizas. Se junta todo: la subida de la leche, el pecho que duele, el bebé que no pega ojo, las molestias de la episiotomía. Pero no te preocupes que todo tiene solución. Descubre algunos de los cuidados esenciales que ambos necesitáis para encontraros verdaderamente a gusto. ¿Qué necesitan el bebé y su mamá al llegar a casa del hospital?

Cuidados para la mamá

Para el cuidado de la episiotomía bastará con una ducha diaria y una limpieza genital realizada un par de veces cada día y llevándola a cabo de delante hacia atrás siempre con un poco de jabón neutro y después secando muy bien la zona con gasas secas o con una toalla limpia con pequeños toques.

Si se tuviera que tomar algún tipo de analgésico para las molestias y el dolor típico de los primeros días, el ginecólogo en el informe de alta lo habrá indicado correctamente. Nunca hay que tomar nada no recetado por el médico para que no afecte a la lactancia materna.

En lo que respecta a las tomas no es tan preocupante la frecuencia o la duración de ésta sino asegurarse que el recién nacido succiona correctamente, cogiendo además del pezón, la areola. De esta manera el pecho se vaciará bien, el pezón no se comprimirá, no dolerá y se evitará la aparición de grietas.

En el que caso de no desear un nuevo embarazo, cuando se puedan reanudar las relaciones sexuales después de la cuarentena, hay que saber que el no tener la regla no implica que no se pueda quedar embarazada, ya que se puede llegar a ovular en cualquier momento. Es cierto que sobre todo al principio, cuando las tomas son frecuentes y el bebé toma leche materna exclusivamente, es difícil ya que las hormonas de la lactancia interfieren con las de la ovulación, pero aun así es conveniente poner los medios  necesarios si no se desea tener un bebé.

Lo que el bebé necesita

 Habrá que limpiarle a diario el cordón umbilical con agua y jabón y mantenerlo continuamente seco y limpio. En el momento en que aparezca sangre, secreción o mal olor, es imprescindible acudir al pediatra.

Hay que vigilar el color de sus deposiciones. Ten en cuenta que el meconio, ese residuo pegajoso y espeso de color negro, suele durar dos o cuatro días aproximadamente.

Hasta que la lactancia esté perfectamente establecida, es decir a las tres o cuatro semanas de vida, no se le debe dar ni chupetes ni tetinas.

Para prevenir infecciones respiratorias hay que evitar que esté en ambientes en los que haya humo y que no se acerquen personas resfriadas a él. Hay que lavarse bien las manos antes de cambiarle o de cogerle y limpiar sus juguetes con frecuencia.

Por último, el equipo sanitario, antes de salir del hospital, recordará a la mamá que tiene que pedir cita en su centro de salud para la primera revisión del bebé que tendrá lugar a los ocho o diez de vida y para  ella con la matrona, en un plazo de diez, doce días después del parto.