Ser padres no es un juego y hay que evaluar mucho factores antes de tomar la decisión de quedar en embarazo porque después no habrá vuelta atrás. Gracias a una publicación en os años 90’s, se pueden hacer divertidas pruebas que a pesar de ser graciosas, darán un enfoque del significado que es traer un hijo al mundo. Ser padre o madre no es una tarea muy sencilla a pesar de que si puede traer muchísimas felicidad, pero no se trata solo de tener un bebé y dejar de lado la importancia de su cuidado, la aparición de enfermedades, afectación de la autoestima por el cambio en el cuerpo y la depresión, incremento de gastos y preocupación por el trabajo para poder darle todo lo que necesita y tratar de educarlo correctamente. Esto es solo un 20% de lo que realmente trae consigo tomar la decisión de traer al mundo a un pequeño. Por otra parte, decir sí o no, no puede ser dicho por solo una persona, pues la situación y el resultado serán de una pareja.
En los años noventa, un escritor realizó una publicación que relacionaba el embarazo con simples y graciosas pruebas que determinarían que tan preparados estaban una mujer y un hombre para tener un hijo. La idea era que entre chiste y risas, se entendiera la responsabilidad de lo que es el embarazo y su fruto.
Prueba 1. Las mujeres deben amarrar en sus estómagos una bolsa de garbanzo seco y ponerse una bata encima. Probablemente se vea una especie de pancita y la imaginación haga efecto. La idea es que una vez que se quiera quitar, solo se quite entre el 15 o 20% del peso de los garbanzos. Entonces se verá la prueba de fuego: como queda el cuerpo después de tener el bebé.
Prueba 2: antes de tener los hijos propias hay que evaluar la educación que dan las parejas que ya tienen hijos. Se podrá hacer una crítica de de métodos, de disciplina, de normas y leyes en el hogar, además de los derechos de los pequeños. Se puede sugerir maneras de enseñarle de otras maneras y probablemente se sientan muy tranquilos porque creen que todo lo harán bien, pero lo que no han tenido en cuenta es que cuando tengan los suyos, el carácter será muy diferente y las formas de aceptar o exigir de los niños varían.
Prueba 3. Esta es una de las más exigentes y tiene que ver con las horas de sueño, el descanso y el desvelo. Lo primero que hay que hacer es tomar una almohada y recorrer la casa desde las 6pm aproximadamente por unas 4 horas, después dejarla en algún lado y programar una alarma hacia la media noche, para finalmente ir a dormir. Obviamente un bebe no tiene horarios regulados y no despertara a las 12 en punto sino que puede ser a las 11 y habrá que repetir los paseos por la casa, hasta que vuelva a dormir. Así pasara cada 2 horas y probablemente por los primeros 4 años de vida del bebé. Es un factor que hay que aprender a manejar y si no se está listo, mejor posponer las ganas de un embarazo.
Las pruebas son varias pero estas son tal vez las más significativas sobre todo durante los primeros meses y años y es probable que dejen muchas dudas o aclaren la visión que se tiene acerca de lo importante que es ser papás.