Instinto

Crecimos escuchando decir: instinto de mujer, instinto maternal. ¿Es el instinto un poder o sexto sentido femenino? ¿Es una cualidad de comportamiento propia de la humanidad o solo es algo exclusivo de los animales? ¿Que es el instinto? Por lo pronto, podríamos coincidir en que todos los seres vivos buscamos instintivamente (o por naturaleza) la supervivencia. La vida es nuestro mayor anhelo y ambición. Tener vida, dar vida y proyectar la existencia en el tiempo. En este sentido, cabe pensar que en todos los organismos vivos esta presente el instinto de conservación y el instinto de reproducción. Ambos parecen ser, más allá de as particularidades del caso, un motor esencial en el proyecto vital. Pero el instinto, ¿es un deseo primario, una programación biológica o un paso de mando cultural? Instinto La Biología cree que el instinto es una pauta hereditaria de comportamiento. Una tendencia a la adaptación, algo global o común a toda especie (mas allá de alguna excepción, o fenómeno particular que pueda escapar a lo esperable) que se constituye en torno a un fin o motivación: hay algo que necesito y lo busco hasta satisfacer ese deseo.

Si bien esta explicación parece sentarle bien a cualquier intento por entender el comportamiento humano (tanto de hombres como de mujeres), parece no alcanzar para explicarlo todo. Seguramente lo de instinto de mujer o de madre sea una construcción cultural destinada a rescatar la particular sensibilidad del genera femenino.

Los que saben creen que no somos seres instintivos, o que no alcanza con explicar la vida humana desde esa perspectiva. Somos seres biológicos, psicológicos y sociales. Tenemos un cuerpo, una mente, una vida emocional y pertenecemos a un clan, a un grupo o a una vida cultural determinada, por lo cual parecería ser reduccionista la idea de creer que nos movemos instintivamente. Sigmund Freud nos dice que los instintos son pulsiones de vida y de muerte (Eros y Tanatos). Buscamos lo que nos da placer y rechazamos aquello que nos provoca dolor. Mas allá de las interesantes sugerencias de los estudios antropológicos y del psicoanálisis, hoy, como experimento casero, podríamos empezar a pensarnos como algo mas que una máquina que opera en torno al devenir de los proyectos y circunstancias.

A esa posibilidad simbólica o figurada del instinto humano podríamos pensarla como la suma de todos los sentidos puestos a disposición de lo que buscamos y de lo que la vida nos propone. A los cinco sentidos clásicos (olfato, vista, oído, gusto y tacto) sumemos nuestros pensamientos y creencias como sexto sentido y agreguemos un séptimo: las sensaciones internas de nuestro cuerpo (lo cenestésico) y completemos con el sentido común. La lista de los ocho sentidos, poderes o    posibilidades que tenemos todos a disposición para convertir cada experiencia en una gran oportunidad.