Los dientes son unas estructuras que sirven para poder masticar bien los alimentos antes de que alcancen el estómago y conseguir así una digestión correcta, además de tener una misión muy importante en el habla ya que trabajan junto con los labios y la lengua para ayudar a pronunciar palabras y a formar sonidos. El estado en el que se encuentren depende en gran medida de los cuidados que los prestemos por lo que es importante empezar a inculcar a nuestros hijos desde bien pequeños, la importancia de limpiarlos y cuidarlos.
Dientes de leche
La primera dentición conocida también como decidua o caduca está formada por veinte dientes “de leche” dispuestos en una arcada inferior y otra superior, distinguiéndose cuatro caninos, ocho incisivos y ocho molares. Según va creciendo el niño, estos dientes se van cayendo, algo que sucede alrededor de los seis años de edad momento en el que empiezan a aparecer los dientes definitivos, temporada en la que conviven ambos tipos de dientes en la boca de los niños.
Esta dentición ya permanente se encuentra formada por treinta y dos dientes entre los que se encuentran ocho incisivos, ocho premolares, cuatro caninos y doce molares incluidas las cuatro muelas del juicio. Generalmente con catorce años todos los niños ya tienen sus dientes permanentes mientras que alrededor de los veinte años es cuando crecen las últimas cuatro muelas del juicio completando así todas las piezas.
Cuidados de los dientes de los bebés y de los niños
Para conseguir una buena salud dental es necesario comenzar a cuidar los dientes desde la infancia y desde el momento en que aparecen los primero dientes de leche ya que estos dientes serán los que permitan que el niño mastique de una manera correcta por lo que si presentan caries, los dientes que más tarde saldrán y que ya serán permanentes, heredarán esta misma enfermedad.
Por esto es fundamental que los niños trabajen su higiene dental para que adquiera unos hábitos saludables. Los niños, al igual que los adultos, deben cepillarse los dientes cada vez que coman con una pasta de dientes con flúor, especialmente antes de irse a la cama. La técnica de cepillado que resulta más efectiva es la de cepillar los dientes de arriba hacia abajo, en vez de lado a lado. Igualmente se debe utilizar hilo dental para que la placa y restos de alimentos no se queden atrapados entre los dientes. Esto último se debe hacer al menos una vez cada día.
Especialmente importante es visitar al dentista al menos una vez al año para que realice a nuestros hijos una limpieza bucal y les haga un examen de caries. En estas clínicas además realizan tratamientos con flúor y sellan los molares para ayudar a proteger los dientes de los peques de las temidas caries.
Recuerda igualmente que el azúcar daña el esmalte de los dientes y la dentina que se encuentra dentro de ellos, lo que causaría una caries, enfermedad que aunque puede tratarse, siempre resulta mucho mejor evitar.