Las pesadillas suelen ser comunes en los niños pero hay ciertos elementos que los padres pueden utilizar para minimizar el miedo e incluso el temor de ir a dormir. Todas las personas experimentan la sensación de vivir realmente una pesadilla y aunque el miedo y la impresión son normales, estas emociones producidas en los niños son muy grandes y a veces incontrolables por lo que los padres tienen que intervenir para poder calmar el temor de sus hijos. Una pesadilla es producto de la imaginación, es u mal sueño, muchas veces se da por el subconsciente y otras por algunas cosas vividas durante el día y mezcladas con ciertos aspectos que dan temor al pequeño, ya sean monstruos, la oscuridad o algunos insectos. Pero la misión de los padres es hacerles entender a los pequeños a pesar de su corta edad y su miedo que estos “sueños” no son reales y no podrán generarles daño alguno.
Generalmente son las cosas que suceden a diario y que lo estresan lo que los hace tener esas pesadillas y como no se encuentra algún medio para poder liberar sus tensiones, lo hacen empleando el sueño. Hay otros factores que influyen en esto como ver películas de terror o leer libros relacionados con este mismo tema, incluso las imágenes, cuentos o historias contadas también pueden crearlos y los padres deben cuidar que a tan corta edad los niños no tengan mucho contacto con estos temas porque son muy pequeños y hay muchas cosas no logran comprender que son ficción o mentira.Aunque son eventos normales en la vida de cualquier ser humano, muchas veces puede ser minimizada su presencia, por ejemplo, tener una rutina de sueño controlada en donde el niño descanse las horas debidas, se acueste y se levante a la misma hora y no tenga hábitos que le provoquen miedo antes de dormir.
También es bueno no proporcionarles comida pesada justo antes de ir a la cama.Todos los niños tienen un elemento favorito que les proporciona seguridad como una cobija o un oso de peluche, estos son importantes para poder conciliar el sueño tranquila y rápidamente y también conservar una calma y seguridad teniéndolo al lado. Hay casos más complejos en donde los niños imaginan que algo los asustara si cierran la puerta del cuarto o apagan todas las luces y por ello es bueno usar una lamparita de noche y mejor si es con un motivo infantil para que haya una relación con el cuarto del niño y lo vea como un objeto decorativo que le da seguridad. Hay una fase llamada “terror nocturno” en la que los niños tienen pesadillas tan fuertes que se despiertan gritando y se presenta frecuentemente en las horas de la madrugada.
En algunos casos los niños pueden caminar dormidos o abrir los ojos pero aun estando dormidos. Después de pasado un tiempo y sobre todo cuando los niños entran a su periodo de pre adolescencia, estos episodios de miedo comienzan a desaparecer. Pero en los niños que tienen una imaginación muy fuerte y grande y llegan a tener este tipo de sueños y pesadillas incluso cuando son adultos.