Frases que no deben decirse a los niños cuando aprenden a leer

La lectura necesita mucha práctica y cuando esa práctica es con papá y mamá, debe ser un momento agradable. Por eso aquí te dejo unos cuantos consejos que te ayudarán a evitar caer en el error de frustrar a los niños mientras leen Frases que no deben decirse a los niños cuando aprenden a leer La lectura puede ser muy difícil y cualquiera que diga lo contrario no está diciendo la verdad. La lectura tiene muchos componentes de decodificación de las palabras, fluidez de lectura (en voz alta o en silencio), la comprensión del texto no es de extrañar que lleva unos cuantos años para que los niños logren hacerlo todo.

A través de todo el proceso, a veces largo y doloroso, es fácil que los padres se impacienten con los lectores emergentes. Queremos que nuestros niños se sientan cómodos y con éxito al leer y amar la lectura.

Por lo compleja que resulta ser la lectura, es que no debemos criticarlos cuando están tratando de leer algo, por el contrario hay que animarlos. Aquí te dejo una lista de frases y apalabras que debemos evitar decir cuando los niños están aprendiendo a leer:

1. No digas «Stop. Vuelve a leer esta línea correcta, si el error no interfirió con el significado del texto (por ejemplo, si fue «a» para «la» o «bien» para «diversión»), déjalo que siga avanzando con la lectura.

2. No interrumpas su lectura infantil si quieres que tu hijo tenga una lectura cómoda. De ser necesario haz la corrección cuando lea la próxima vez.

3. No digas: «¡Vamos, acelera. Tienes que leer un poco más rápido!» O «más despacio, no se te entienden algunas cosas!», el modelo adecuado es ritmo y fluidez. La fluidez o la lectura se obtienen con velocidad adecuada, mientras que el ritmo y la entonación es algo que se enseña mejor a través del modelado de los padres o de un maestro con mucha práctica. Los sonidos con fluidez hacen que la lectura se vea como una conversación o habla natural y es algo que tiene que ser aprendido:

• Para ayudar al niño a obtener fluidez, agarra un libro apropiado para su nivel de lectura y que lo repita una y otra vez.

• Comienza por hacer que lea un libro entero de principio a fin. En el segundo día, que lea el libro entero de nuevo.

• Otra forma de ayudarlo es sentarse con él y leerle un párrafo o una página, luego haz que él repita lo que acabas de leer.

• También puedes ir indicándole con el dedo las partes que vas leyendo, así se ubicará en el texto.

• En el tercer día lee el libro la primera vez y después lee al unísono-esto ayuda a tu hijo a aprender el ritmo.

• En el cuarto día, lee el libro primero y luego haz que él lea por sí mismo.

• El quinto día deja que él muestre sus habilidades. Dile que lea el libro de nuevo por sí mismo, entonces es el momento de grabar en video o Skype amigos y familiares para guardar la primera lectura del niño.

4. No te rías, piensa en algo serio y feo y respira profundamente hasta que recupere la compostura. Si se ríen juntos, eso está bien, lo más probable es que tu hijo lea en voz alta «a tope» y eso puede hacer  que rompa en la histeria y tú también. Pero si está trabajando duro y haciendo todo lo posible, no hagas que el error que cometa te lleve a caer en la risa y él piense que te estás burlando.

5. No digas: «tú sabes qué es esto», ayúdalo a que comprensa las palabras y las frases, si te dice que no reconoce alguna palabra, entonces siéntate con él y recuérdale lo que significa o cómo se pronuncia, recuerda que él está aprendiendo y quizás los primeros días todo se le olvide.

6. No digas: «Estás equivocado. Eso se dice así y comienzas a decir la palabra o frase de forma correcta. Lo mejor es  permanecer en silencio, a menos que sea un error que interfiere con el sentido del texto. Si cada vez que tu hijo se queda atascado, le vas a corregir cada palabra, entonces nunca llegará a tener habilidades. Sin embargo, si se cometió un error que altera el significado, al final de la página, pídale a al niño que relea cuidadosamente. Si lo lee correctamente de nuevo, le explicas donde tuvo el error, si no sabe dónde está, se lo puedes señalar.
 
Como padres, es importante que los niños se sientan cómodos cuando los estás enseñando. La idea es que puedan sentarse y leer contigo en el hogar. La lectura necesita mucha práctica y cuando esa practica es con papá y mamá, debe ser un momento agradable.