El hipo es algo bastante frecuente especialmente en los bebés que acaban de nacer, pero debes saber que esto no les causa dolor, ni le molesta y que no tiene que significar ningún problema en su salud.
¿Qué es el hipo?
El hipo es una inspiración repentina y violenta que tiene lugar al contraerse de una manera involuntaria tanto el diafragma como los músculos intercostales. Los movimientos del diafragma no son provocados de una manera voluntaria sino que se encuentran controlados por el nervio conocido como frénico. En el momento es que este nervio recibe ciertos estímulos puede comenzar a enviar señales equívocas que llegan a provocar que el diafragma se contraiga de una manera brusca y voluntaria a la vez que la glotis se cierra.
El sistema digestivo y el sistema nervioso de los recién nacidos no se encuentran maduros por completo por eso es algo normal que los bebés tengan hipo de una manera mucho más frecuentes. Además las probabilidades van en aumento si los bebés son prematuros pudiendo llegar a sufrirlo hasta durante cuarenta minutos seguidos.
Las causas del hipo
Aunque el hipo es algo inevitable, puede reducirse su aparición ya que existen causas exógenas que van unidas a la inmadurez de los sistemas digestivo y nervioso del bebé.
Por ejemplo es habitual que aparezca el hipo cuando el bebé toma mucha leche, ya que provoca que las paredes de su abdomen estimulen su nervio frénico y provoque los espasmos.
Una vez tienen el estómago lleno, es mucho más habitual que el hipo aparezca especialmente en los bebés que acumulan muchos gases. Una bajada brusca de la temperatura del ambiente puede provocar igualmente la aparición del hipo.
Cómo evitar el hipo
Es importante mantener al bebé alejado de las corrientes y controlar la temperatura del ambiente especialmente a la hora de bañarle o en los cambios de pañales.
No se deben retrasar las tomas ya que en ese caso el bebé tendrá mucha más hambre y comerá más de lo normal, algo que le provocará el hipo. También es necesario que coma tranquilo para evitar que trague demasiado aire en el momento de alimentarse. Puedes realizar pausas mientras comes para ralentizar el ritmo de su alimentación en caso de que veas que tu bebé se encuentra muy ansioso por comer. Es necesario igualmente comprobar que agarra la tetina del biberón o el pezón de una manera correcta. Una vez haya terminado es importante ayudarle a expulsar sus gases.
Olvídate de ciertos remedios caseros como el uso de la miel, del limón, de tapar su naricita o de asustarle. Si el hipo llega a incomodar demasiado a tu bebé puedes realizarle un masaje en su estómago para que se relaje.
Cuando acudir al médico
Son muy pocos frecuentes los casos en que el hipo puede llegar a ser el síntoma de una enfermedad grave. Por ello es importante llevarle al médico si el hipo dura tres horas o más cada día, si el hipo impide que se alimente o si el hipo hace que acabe llorando porque le molesta demasiado. Por supuesto si el hipo dura más de veinticuatro horas hay que acudir cuanto antes a urgencias.