El enanismo es una alteración hormonal que puede llegar a sufrir cualquier bebé, y es bueno que los padres sepan como identificarlo pero sin necesidad de preocuparse, pues dentro de algunas limitaciones físicas que puedan presentar, tienen un desarrollo normal y sano. Todas las personas que próximamente serán padres esperan que sus hijos nazcan sanos y sin ninguna alteración de tipo médico, pero muchas veces los pequeños nacen con algún tipo de deficiencia que ellos no pueden identificar de manera inmediata sino hasta los casi 6 meses en adelante. Por ejemplo, en un inicio, un padre con un hijo recién nacido no se dan cuenta cuando su bebé sufre de enanismo y hay más de 200 causas y detalles que ayudan a identificarlos a medida que van creciendo.
La mejor ayuda que se tiene es la del pediatra, pero es bueno conocer alguno de estos detalles para saber si el bebé que acaba de nacer, puede ser enano. Con respecto a los tipos, hay dos clases de enanismo; uno de ellos es el desproporcionado que es llamado displasia esquelética en donde se empiezan a evidenciar diferencia de tamaño en ciertas zonas del cuerpo y mientras una parte del cuerpo es normal, hay otras áreas que son muy pequeñas. Por ejemplo, cuando la cabeza es de un tamaño común y normal para la edad que tiene, pero sus brazos o piernas son muy cortas, y con detalles que permite reconocerlos. El otro tipo de enanismo es proporcionado es que se caracteriza porque todas las partes del cuerpo son pequeñas, pero no se evidencia tanto como el del primer tipo.
Cuando un pediatra empieza a percibir señales de enanismo, lo primero que hacen es tener en cuenta la estatura y si dentro de los porcentajes, un niño tiene un 15% menos de su estatura normal, puede empezar a tomarse como enanismo. Por lo general se da por deficiencias hormonales en la que la hormona encargada de este proceso, queda inactiva. En un bebé, los signos que pueden llegar a identificar enanismo, pueden tomarse como la piel de sobra en el cuello de un pequeño, las manos y los pies muy hinchadas y por lo general una estatura menor a la que normalmente debería tener. Si un bebé tiene los pies deformes o torcidos pueden indicar que el bebé puede tener enanismo desproporcionado.
Por lo general, a la mayoría de los bebés, dentro de sus controles médicos durante su primer año de vida, los pediatras evalúan si alguna extremidad presenta aspecto deforme o de tamaño alterado, incluso los miden constantemente para saber si crecen como debe ser y mantienen un nivel constante de desarrollo. Para los padres que tienen un bebé con enanismo, es bueno aclarar que un hijo con estas características no presenta alteración en sus capacidades cognitivas, solo algunas limitaciones al desarrollarse como un ser humano común, por ejemplo, algún tipo de actividad física que no se realice de manera simple como las demás personas.