Los bebés que nacen prematuros son tan pequeños que parecen incluso mucho más indefensos de lo que parecen los recién nacidos. Pero ¿sabes si su desarrollo es igual al de un niño que ha nacido en la fecha prevista? ¿Pueden quedarles secuelas? ¿Sabes los cuidados que necesitan? 
¿Son diferentes los bebés prematuros al resto?
Un bebé prematuro es aquel que nace antes de la semana treinta y siete del embarazo. Dentro de ellos se pueden distinguir dos grupos, los que nacen antes de las treinta y dos semanas y los que nacen después.
La única diferencia existente entre los niños que nacen prematuros y los que no, es que durante los dos primeros años de su vida, el desarrollo puede llegar a ser algo diferente, por lo que hay que vigilar con ayuda del pediatra su evolución, en cualquier caso como en cualquier recién nacido.
Lo primordial es cuidarlos con normalidad sin llegar a obsesionarse demasiado pero siendo conscientes de ello para evitar complicaciones. Una vez los primeros días han sido superados, los bebés prematuros van creciendo sin problemas en el 85% de los casos.
Los primeros días de un bebé prematuro
Generalmente todos los bebés prematuros, especialmente los que han nacido antes de la semana treinta y dos, pueden llegar a presentar ciertos problemas durante los primeros días. Entre ellos la dificultad para mantener su propio calor ya que cuentan con poca grasa corporal.
También son comunes los problemas de tipo respiratorio ya que su sistema respiratorio no está bien maduro, llegando a provocar crisis de apnea. La anemia provocada por un número bajo de los glóbulos rojos y la ictericia caracterizada por un color amarillento en la piel, igualmente son problemas comunes en este grupo de bebés.
Las incubadoras que hacen que el cuerpo del bebé siga madurando y la ayuda de especialistas, hacen que estos problemas se soluciones en la mayoría de los casos.
¿Qué necesita un bebé prematuro cuando llega a casa?
La salida de un bebé prematuro del hospital no se encuentra relacionada con el peso que haya ganado, sino con el grado de madurez que haya adquirido en su cuerpo. Así por ejemplo un bebé que pese un kilo ochocientos gramos, puede estar preparado para marcharse a casa a pesar del bajo peso. En cualquier caso los papás deben estar preparados para saber cómo poder alimentarle correctamente y darle los cuidados que necesite.
Un bebé nacido prematuramente necesitará un ambiente muy tranquilo sin ningún ruido y con una luz tenue.
Es probable que al llegar a casa se pase el día llorando o durmiendo, pasando de un estado a otro en apenas unos segundos. Igualmente es normal que tenga movimientos sobresaltados o bruscos, que van a ir desapareciendo según madure.
Quizá no se ponga a llorar cuando tenga hambre ya que la inmadurez de su sistema nervioso hará que no sepa cuando se encuentra hambriento. Si se le da el pecho, seguramente sea necesario sujetarle los hombros y la cabeza. Si se le alimenta con un biberón, puede optarse por una tetina que sea más blanda de las habituales, diseñada para los niños prematuros, que les reduce el esfuerzo a la hora de succionar.
¿Qué es la edad corregida?
Para calcular la talla del bebé prematuro, se debe utilizar la edad corregida. Esto quiere decir la edad que el bebé tendría si hubiera nacido naturalmente en su fecha. Por ejemplo, si el bebé nació con un mes adelantado, en el momento en que cumpla dos meses, su edad corregida será de un mes. A partir de los dos años, su desarrollo ya estará equiparado al resto de los niños, aunque son muchos los bebés prematuros que en unos meses o incluso en unas semanas, consiguen equiparar su talla al resto de los niños.
